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"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

lunes, 21 de marzo de 2011

Capítulo I. The Beginning.

El viaje hasta San Diego duró un día entero. No había vuelos directos, por lo que tuvimos que coger primero un avión de Valencia a Madrid. Después, otro de Madrid a Nueva York, y finalmente uno de Nueva York a Los Ángeles. Cuando por fin llegamos allí, unos amigos de Marty nos recogieron en el aeropuerto, y nos llevaron hasta casa en coche.  

Yo, que no había salido nunca de España, lo miraba todo a mi alrededor, extasiada. Sabía que Estados Unidos era grande, pero jamás llegué a imaginar que pudiera ser tan impresionante.

A pesar de que el viaje había sido largo, y de que apenas había dormido la noche anterior, no me sentía cansada. Tenía ganas de recorrer el país entero de punta a punta. Quería detenerme durante horas a contemplar el paisaje, a recorrer sus calles, a degustar las comidas que se servían en los restaurantes, a practicar mi inglés con todos y cada uno de los habitantes del país…

Pero ya habría tiempo para eso. Marty me había prometido que no iba a volver a España sin haber conocido los Estados Unidos en profundidad.

El viaje en coche fue bastante divertido. Yo siempre he sido una chica muy tímida, por lo que al principio me costó bastante entablar una conversación, y más en inglés. No obstante, los amigos de Marty eran muy divertidos y amables, y desde el primer momento me hicieron sentirme como en casa. O más bien, me hicieron sentirme en mi verdadero hogar.
           
Eran tres. Dos hombres y una mujer. Y todos ellos tenían algo en común: el pelo largo, y las vestimentas de cuero. Sin duda, si mi madre hubiese estado allí, se habría muerto del susto al verlos.
           
Ella tenía el pelo largo y negro y unos grandes ojos del mismo color. Era más alta que mi tía, y mucho más corpulenta. Podría decirse que era atractiva, aunque no poseía la belleza clásica de un cuadro de Botticelli. Era muy graciosa, con unos gestos y modales algo rudos, casi masculinos. No sé por qué, pero supe que íbamos a llevarnos bien desde el principio. Se llamaba Mary.
           
El hombre que conducía era su marido. Se llamaba Bob y tendría al menos diez años más que ella. También era más bajito, y su larga cabellera negra azabache estaba salpicada de canas. Decir que era robusto sería edulcorar deliberadamente la realidad. Sería más acertado decir, pues, que era un hombre entrado en carnes. Sin embargo, no se podía obviar el hecho de que era tan agradable y gracioso como su esposa.
           
Por último teníamos a Bret, que era el más callado de la “tribu”. Iba sentado al lado de Marty en el coche, y casi no abrió la boca en todo el trayecto. Mi tía me explicó que lo habían echado del grupo donde tocaba la batería, el mismo día en que su novia lo había dejado por el cantante del mismo grupo. A mí sólo se me ocurrió decir: “¡Qué putada!”
           
Durante el trayecto, además, pude conocer mejor al que era ahora mi tío. Úrsula se había marchado cinco años atrás a vivir a Estados Unidos, a estudiar la carrera de bellas artes, y sobre todo, a conocer mundo. Era una artista en potencia que se enamoró de otro artista: Marty.
           
Según me explicó él mismo, se conocieron una noche en un bar del centro hacía tres años. Los presentó un amigo común, y el flechazo fue instantáneo. Marty no había nunca conocido a una mujer como aquélla. Ella nunca se había sentido tan atraída por un hombre hasta que lo conoció.
           
— Aquella misma noche hicimos el amor — me confesó, a pesar de que yo habría preferido que no lo hiciera. Aquello era manejar demasiada información. Había cosas que yo no necesitaba saber sobre mi tía… Ni sobre nadie.
           
— ¿Por qué te escandalizas? — me preguntó en inglés. Al parecer, mi cohibición ante el tema del sexo le parecía a aquel hombre totalmente fuera de lugar.
           
— Yo… No estoy acostumbrada a hablar sobre esos temas.
           
Marty y Mary, que había estado en todo momento pendiente de nuestra conversación, estallaron en  sonoras carcajadas ante mi respuesta.
           
“Bueno, por lo menos alguien se lo pasa bien”, pensé con sarcasmo.

Sin embargo, ambos parecieron darse cuenta de que no me encontraba demasiado cómoda hablando sobre ese tema, por lo que decidieron cambiar a otro. Empezaron a contarme lo exitoso que era el bar que Marty había abierto tan sólo unos meses atrás.

Según me había contado mi tía Úrsula por carta, su marido era el guitarrista de un grupo de heavy metal de relativo éxito en California. Sin embargo, aquel trabajo no era suficiente para mantenerse a flote, por lo que se decidieron a comprar el bar, lo cual fue todo un acierto. Marty decía que el local siempre estaba lleno de gente y que cada noche venían invitados grupos de música, que actuaban allí para promocionarse.
           
— Hay un grupo muy bueno, “Out Of Date”, que ya ha venido varias veces a actuar al bar. Son muy buenos, Victoria. Tienes que escucharlos.
           
A mí no me gustaba demasiado la música. Y mucho menos el heavy metal. Recuerdo que mi padre había tenido, mucho tiempo atrás, discos de Black Sabbath y Judas Priest por casa. Sin embargo, en cuanto mi madre los encontró, se deshizo de ellos, alegando que eran poco católicos, y una mala influencia para mi hermana y para mí. A veces no me extrañaba que mi padre odiara la familia que Dios, en su infinita crueldad, le había adjudicado.
           
Pero volviendo a la historia, yo no tenía demasiadas ganas de ver actuar a esa banda. Seguro que eran un grupo de melenudos que sólo sabían gritar y hacer mucho ruido con sus guitarras. Sin embargo, no podía defraudar a Marty. Él y mi tía estaban siendo muy buenos conmigo. Así que, si tenía que hacerlo, me sacrificaría por él, y vería actuar a ese dichoso grupo.
           

Dos horas después llegamos a La Mesa, San Diego, en el soleado estado de California. Aquella ciudad era tan impresionante como yo la había soñado. El clima era bastante parecido al de Valencia, cálido y con mucho sol, pero por lo demás, aquella tierra no tenía nada que ver con mi ciudad natal. No sé cómo explicarlo, pero desde el momento en que puse un pie en California, supe que ese iba a ser mi hogar.

Home sweet home! — exclamó Marty cuando llegamos a casa.

La tía Úrsula y Marty vivían en una pequeña casa con jardín, en un enorme barrio residencial llamado Clearview Way. No era nada del otro mundo, pero a mí me pareció preciosa. Con su tejado de ladrillo rojo y su pequeña y graciosa chimenea, para mí era la más hermosa que había visto nunca.

— Dos calles más abajo está el bar de Marty — me informó la tía Úrsula —. Después, si quieres, podemos pasarnos por allí.

Yo asentí con la cabeza, sin demasiado interés. Lo que yo realmente quería hacer era recorrer la ciudad, y después dar largo paseo por la playa…

Sin embargo, lo primero que hicieron mis tíos, fue enseñarme la que sería mi nueva habitación.

— Ésta es la habitación de invitados — me indicó Marty con una enorme sonrisa —. Espero que te guste, y que te sientas cómoda.

Yo asentí con la cabeza y le dediqué una tímida sonrisa. A pesar de que aquel hombre era mi tío, y de que era sumamente amable conmigo, no podía evitar sentirme
un poco cohibida en su presencia. La timidez, a pesar de estar en un continente diferente, seguía siendo uno de mis grandes defectos.

Marty cerró la puerta después de marcharse, dejándome sola en la habitación, para que pudiera instalarme tranquilamente. Seguramente se había dado cuenta de que no era un ser demasiado sociable, y de que las personas me daban un poco de miedo.

Dejé la pesada maleta en un rincón de la habitación y me dejé caer pesadamente sobre la cama. El cansancio por fin empezaba a hacer mella en mí. Miré a mi alrededor, con curiosidad. La habitación no era tan grande como la que tenía en España, pero sí mucho más acogedora. Las paredes estaban pintadas de un suave color melocotón. Había una ventana que daba al jardín de la casa y a su derecha un armario empotrado. En frente había un pequeño escritorio con una silla negra, y a su lado, empotrada contra la pared, la cama donde estaba tumbada en aquellos momentos.   
           
Cerré los ojos un momento, pues los párpados me pesaban demasiado como para mantenerlos abiertos por mucho más tiempo. Después de lo que a mí me pareció un segundo, pero que en realidad fueron dos horas, unos fuertes golpes en la puerta de mi habitación me despertaron.
           
— Hola, cariño — me saludó mi tía, después de asomar la cabeza por el hueco que había dejado al entreabrir la puerta —. ¿Qué tal estás? Íbamos a llamarte antes, pero como estabas durmiendo tan plácidamente, no hemos querido despertarte.
           
Yo esbocé una sonrisa somnolienta antes de replicar:
           
— Me encuentro genial. En esta cama se duerme de maravilla.
           
Mi tía soltó una carcajada alegre ante mi respuesta. Una sonora y clara carcajada, que yo jamás le había escuchado a mi madre.
           
— Vicky, cariño, será mejor que te des una buena ducha y te cambies de ropa. Marty y yo queremos llevarte al bar y presentarte a unos cuantos amigos.
           
— De acuerdo — repliqué yo, al tiempo que estiraba los brazos, en un gesto más propio de un felino que de un ser humano.
           
Me levanté de la cama y abrí la maleta para sacar la ropa que me pondría esa noche. Lo mejor sería intentar pasar desapercibida, por lo que me pondría mi camisa de franela y unos vaqueros azules…
           
“Un momento”, la voz de mi mente me detuvo de golpe. La tía Úrsula me había llamado “Vicky”, un diminutivo que yo siempre había odiado, y no sólo no me había importado, sino que además me había gustado que utilizara. Porque ella no lo había pronunciado como si fuera un insulto, sino todo lo contrario.
           
Había sido como el apelativo más dulce y cariñoso que le había salido del alma.
           
Las cosas en mi vida estaban empezando a cambiar, para bien. Con ese único pensamiento mi mente, cogí la ropa que me iba a poner, y el neceser con mis cosas de aseo, y me dirigí hacia el baño para darme una buena ducha antes de enfrentar de verdad la aventura que me aguardaba.  

10 comentarios:

  1. En serio, Athenea, me encanta tu estilo literario. Es "fresco" e innovador, y además cuentas una historia completamente diferente a las que sueles escribir en tu otro blog. :)
    Espero con ansias el siguiente capítulo. ¡No tardes mucho, please! XD

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  2. Jolines, muchas gracias!! Pero no creo que escriba nada del otro mundo XD. Bueno, el próximo capítulo espero tenerlo como muy tarde para el miércoles. Muchas gracias por tu apoyo, Sun. ¡Un beso!

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  3. Que no escribes nada del otro mundo? mm no se que decirte jaja :)
    Ok, entonces tendré que esperar hasta el miercoles..

    Me agrada como se está adaptando Victoria, no puede siempre vivir amargada, pero,algún día tendrá que volver con sus padres :S

    Pero bueno, tiempo al tiempo.

    Athenea, me hizo sacar una sonrisilla tu comentario en mi blog, y te hago un adelanto, Si, se los han llevado los Demonios, pero tu no digas ni mu eh? jaja ;)

    Bueno, hasta el próximo capítulo de esta historia o las otras jaja ^^

    Besoos!

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  4. Esta genial, Úrsula es la leche, me encanta XDD Una duda ¿no va a haber un pequeño problema con la ropa? En fin... Cuando te integras en un grupo totalmente distinto siempre sueles ir cambiando de aspecto XDD ¿La van a llevar al bar vestida de niña bien? Aisss que ganas de sgeuir leyendo!!! un besote y me ha encantado!!

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  5. Tenía la misma duda que Esther, pero como no me a dado tiempo que se a adelantado, pues dejare que la respondas tu con el tiempo. ;)
    Úrsula me encanta, pero se parece mas a una madre que a una tía ¿Te has dado cuenta? xDD

    Besazos, esperaré hasta el miércoles =D

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  6. hola athenea!! k tal hermosa!! gracias x el premio!! k ilusion!! y ahora la historia!! nada, decir k soy una seguidora mas incondicional xk me encanto!! genial! es fresco y totalmente nuevp y diferente a lo k nos tienes acostumbradas!! asi k solo keda decir: PUBLICA PRONTO!!! jajaj

    pd:http://lighting-susurrosenlanoche.blogspot.com/ he iniciado nueva historia y tu opinion seria un regalo para mi!! un abrazo bella!! nos leemos!!

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  7. Hola, soy Adol. Tal vez me recuerdes de comentarios anteriores como en la introducción de esta historia o tus relatos en Athenea´s Corner. En fin, es un primer capítulo muy bueno. La chica refleja todos sus sentimientos y pensamientos con absoluta claridad.

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  8. Bueno, al final he leído el primero también jaja Me vas enganchando XD Pues madre mía me parece totalmente normal que Victoria esté muerta de la vergüenza. Yo lo estaría también. Luego, los personajes que han aparecido son todos muy majos pero, como ya te han dicho, úrsula me parece muy buena con Victoria. La trata como si fuera su hija. Espero que no tenga que volver a España, porque como ya ha dicho ella California es su hogar jajaja

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  9. Joooo, yo también quiero una tía en California!! Aunque se me de mal el inglés, da igual!! Aprendo!! Es que describes tan bien las emociones que dan ganas de vivirlas ^^
    Bueno, yo voy a seguir leyendo, que tengo mucho palique y como siga comentando aquí nos dan las uvas y se me pasa el tiempo sin que haya leido el siguiente y... ¿lo ves? Si es que tengo demasiado palique... ^^

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  10. Me gusta bastante el comienzo de la historia, debe tener problemas fuertes para no pensar en regresar, ¿se quedará allí a vivir? Lo descubriré cuando siga leyendo!!jajaja

    Un besitoooo!!! =D

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