My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

sábado, 26 de marzo de 2011

Capítulo II. Mi primera noche en el bar (Parte 2)

— Tu tía me ha hablado mucho de ti — reconoció Iuta —. Y lo cierto es que tenía muchas ganas de conocerte. Hans y yo vinimos a Estados Unidos hace dos años ya, pero aún así, no tengo muchos amigos aquí.
           
“Mira, ya tenemos algo en común”.
           
— Debes de querer mucho a tus tíos para venir desde tan lejos sólo para estar con ellos.
           
Yo asentí levemente con la cabeza, sin decir una sola palabra, pues aún seguía sin encontrarme demasiado cómoda en presencia de la alemana. Ella, pareció notarlo, y atribuyó erróneamente mi actitud a la forma en que su hermano me había tratado antes. Por eso, se apresuró a disculparse, en nombre de Hans.
           
— Tienes que perdonar a mi hermano. Él… Está… Bueno, quiero decir que, él… Estoy segura de que no quiso ofenderte con su actitud.
           
“No, claro, por supuesto que no”, pensé con sarcasmo.
           
— Creo que lo que pasó fue que… Bueno, tu aspecto no se ajusta demasiado a la estética del local — tras decir esto, pareció darse cuenta de que tal vez había ido demasiado lejos expresando su opinión. Por eso, temiendo haberme ofendido, se apresuró a añadir —: Bueno, cada uno puede vestirse como quiera, por supuesto. Y no estoy intentando con esto justificar la intolerable conducta de mi hermano, pero…
           
— Sí, entiendo lo que dices — me apresuré a contestar —. Yo no encajo en este lugar. No debería estar aquí.
           
— ¡No! ¡Por supuesto que no! Tienes más derecho a estar aquí que cualquiera de nosotros. Este bar es de tus tíos.
           
“Sí. Y tú sólo estás tratando de ser amable conmigo por esa misma razón. Porque mis tíos son tus jefes”, pensé con amargura.
           
Sí, definitivamente la hora de largarse de aquel lugar había llegado. Mis tíos seguían bailando al ritmo de la música de aquel grupo liderado por el pelirrojo macizo, por lo que aún tardarían en volver a casa. Pero eso no era problema, porque mi tía me había dado aquella misma tarde una copia de las llaves de casa.
           
— Iuta, no me encuentro muy bien. El viaje ha sido muy largo y me gustaría irme a casa a descansar. ¿Puedes decirles a mis tíos que me he ido, por favor?
           
Sin embargo, algo en la profundidad de sus ojos hizo que me detuviera en aquel mismo instante. Ese algo era un sentimiento que yo veía casi a diario, siempre que me miraba en el espejo. Soledad, una profunda e insoportable soledad.
           
— Aunque… Bueno, pensándolo bien, prefiero quedarme un rato más, hablando contigo. Si a ti no te importa, claro…
           
— ¡Sí! Quédate un rato más — exclamó ella con entusiasmo. Su rostro se había iluminado de repente — ¿Quieres que te ponga algo de beber mientras hablamos?
           
Yo asentí con la cabeza, al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa. Según parecía, en aquel local, nadie estaba muy bien de la cabeza.
           
“Puede que, después de todo, sí que encaje bien en este lugar”.
           
— ¿Te apetece una cerveza? — me preguntó con una sonrisa.
           
— Yo… No soy mayor de edad. No puedo tomar alcohol.
           
— Ah, claro — replicó ella, como si estuviera contrariada con mis palabras —. Pues… ¿quieres una coca-cola entonces?
           
— Sí. Una coca-cola estará bien.
           
En ese mismo instante, la canción que el grupo estaba tocando, terminó.
           
— ¡Por fin! — exclamó Iuta, no sin cierto aire teatral.
           
Yo reprimí una carcajada, antes de decirle:
           
— No te caen muy bien, ¿eh?

— El que no me cae bien es Leonard. Es un prepotente. Se cree que tiene una voz prodigiosa, y no es cierto. Hay ocasiones, cuando está cantando, en las que parece que le estén retorciendo los testículos.

“Qué imagen tan agradable”, pensé con sarcasmo.

— A mí me ha parecido que cantaba muy bien — discrepé.

— Eso es porque lo has oído en uno de sus mejores días — insistió ella. ¿Por qué Iuta le tenía un odio tan acérrimo a ese chico? Sin duda no podía ser sólo lo de su hermano. Tenía que haber algo más…

— ¿Os ha gustado la actuación, chicas? — oí que nos preguntaba Marty a nuestra espalda. Úrsula y él venían cogidos de la mano, de lo que se deducía que ya habían hecho las paces.

— Sí — repliqué yo con una sonrisa —. El grupo es muy bueno.

Iuta no añadió nada a mi comentario, ni para bien ni para mal. Marty no pareció sorprenderse, por lo que seguramente ya estaba enterado de que Iuta no sentía especial afecto por el grupo…

— ¿Te gustaría conocerlos, cariño? — me sugirió Marty — Leonard, el cantante, es muy…

— Gilipollas — lo interrumpió Iuta deliberadamente —. Es un gilipollas.

— Iuta…

— ¿Qué? — replicó la alemana con aire desafiante — ¿Acaso estoy diciendo algo que no sea cierto?

El rostro de Marty se contrajo en la desagradable mueca de aquel que está a punto de explotar. Al parecer, Leonard era un muy amigo suyo, y esa noche, Iuta y su hermanito estaban rebasando los límites de su paciencia con creces.

— Si no quiso darle el puesto a tu hermano, fue porque no es lo suficientemente bueno, Iuta. Por eso, y por su maldito carácter. Tú mejor que nadie sabes que a veces Hans puede llegar a ser realmente insoportable.

Se había pasado de la raya. Hasta yo misma me había dado cuenta de ello. Iuta se quedó mirándolo unos segundos, con los ojos brillantes de incredulidad. ¿De verdad Marty había dejado escapar aquellas ofensivas palabras?

— Iuta, lo siento — se apresuró a disculparse —. Sabes que le tengo mucho aprecio a tu hermano… No he querido ofenderos a ninguno de los dos con mis palabras.

Sin embargo, ya era tarde. Iuta había empezado a recoger sus cosas y se estaba poniendo su chaqueta de cuero negra.

— Mi turno acaba ahora — le dijo a mi tío, sin ni siquiera mirarlo a la cara. Su tono, era frío como el hielo, y no expresaba emoción alguna. Sin embargo, por dentro debía de estar maldiciendo —. Ha sido un placer conocerte — me dijo, con una media sonrisa, antes de echar a andar en dirección a la salida del bar. Cuando se fue, cerró dando un fuerte portazo.

— Marty, no debiste decirle eso — lo reprendió mi tía.

— ¿Qué no debiste decirle a quién, hermano? — preguntó una voz a nuestra espalda. Cuando me di la vuelta para ver quién era, mi corazón dio un vuelco. Era el cantante pelirrojo. Leonard. Y su voz era casi más hipnótica cuando hablaba que cuando estaba cantando.

— Nada, Leonard — respondió Marty, recuperando su sonrisa de nuevo —. Habéis estado realmente geniales esta noche.

— ¿Y no lo estamos siempre? — replicó, con una sonrisa traviesa dibujada en sus labios.

Marty soltó una alegre carcajada al tiempo que estrechaba a su amigo en un fuerte “abrazo masculino”. El pelirrojo, de casi la misma estatura que mi tío, le devolvió el abrazo con ganas.

— Oh, chicos, me gustaría presentaros a alguien — anunció mi tío, cuando se soltó de Leonard.

— ¿En serio? — preguntó el pelirrojo con verdadera curiosidad.

Mi corazón se detuvo de repente. Así que ellos eran los amigos que querían presentarme mis tíos, cuando me pidieron que los acompañara al bar aquella noche. Genial, sencillamente genial.

Marty asintió con la cabeza, al tiempo que me señalaba con un gesto de su mano.

— Es mi sobrina Victoria. Victoria, ellos son los amigos de los que te hablé.

Yo tragué saliva con dificultad, antes de decir, muerta de vergüenza:

— Encantada de conoceros.

Se hizo entonces un incómodo silencio. Cuatro pares de ojos se clavaron en mí, recorriéndome de forma absolutamente grosera. Estaban evaluándome con la mirada. Y, a pesar de que no podía leer sus mentes, sí podía imaginarme lo que debían de estar pensando en aquellos momentos:

“¿Qué hace una niñita como ésta aquí? ¿Por qué no se va a casa con su mamá?”

“¿Esta es la sobrina de Marty? ¡Qué desgracia para la familia!”

Tragué saliva de nuevo y apreté los puños con fuerza, en un vano intento por relajarme. Y digo vano, porque no conseguí relajarme ni un ápice. No, hasta que uno de ellos, el más bajito y delgaducho, dio un paso al frente y se presentó:

— Hola, yo soy Tom. Encantado de conocerte.

Por una milésima de segundo, fui capaz de controlar mis nervios, por lo que extendí mi mano hacia la suya, y la estreché con fuerza.

El tal Tom, que debía ser el bajista del grupo, esbozó una cálida sonrisa y me presentó al resto de los chicos, que iban inclinando la cabeza en mi dirección en señal de respeto, a medida que Tom los iba nombrando.

— El moreno es el batería, Michael. Muy simpático, siempre y cuando no le toques sus porros. El que está a su izquierda es Rob, el guitarrista. Un tipo bastante callado, si se me permite mi humilde opinión. El del centro es Leonard, el cantante y más maniático del grupo. Yo que tú no me acercaría demasiado a él inmediatamente antes de una actuación. Se pone muy nervioso... Y luego, estoy yo, por supuesto — añadió, señalándose a sí mismo con su dedo pulgar —. El tío bueno del grupo.

Se oyó un abucheo colectivo ante aquella afirmación. Yo esbocé una sonrisa divertida ante aquella escena tan cómica. Aunque lo cierto era que Tom no iba demasiado desencaminado, pues era un chico muy atractivo. El pelo castaño claro le llegaba hasta el trasero, y lo llevaba recogido en una coleta baja y descuidada. Como he dicho antes, no era muy alto ni corpulento, pero su rostro tenía un aire dulce, casi infantil, que quedaba reforzado por sus ojos dorados. Para ser completamente sincera, me parecía un hombre muy guapo. Sin embargo, no me sentía en absoluto atraída por él.

— Encantada de conoceros a todos — dije, cuando fui capaz de hablar de nuevo.

— Victoria, ¿te apetece tomar algo con nosotros? Vamos a tomarnos un descanso antes de nuestra próxima actuación — me sugirió Tom.

— Esto… Sí, claro — repliqué, no muy segura de sí estaba preparada para enfrentarme a un grupo de cuatro rockeros yo sola…

No sabía que aquella noche marcaría el principio de mi nueva vida.

12 comentarios:

  1. Umm, "No sabía que aquella noche marcaría el principio de mi nueva vida" me dejaste con la intriga, ya quiero seguir leyendo! :)
    Bueno Athenea, publica pronto okey?
    Besoos! :)

    ResponderEliminar
  2. xuliisiimooo! me gusta mucho! espero con muchas ganas el siguiente!

    BESOOS!

    ResponderEliminar
  3. Creo, que si pudiera leer la mente, hubiera oído muchísimas mas cosas ofensivas que esas xDDD
    Pero me a encantado =D (L)
    Espero muy pronto el siguiente.
    Cumplí mi promesa ;)
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  4. ¡Athenea!, ¿¡Cómo me dejas así!? En serio, no es justo, ¡quiero seguir leyendo! XD
    Aun así, he visto un pequeño fallo aquí:
    -"...ellos son los amigos de los que te hable."
    Te falta el acento en "hablé". XD
    Por cierto, esta frase ha sido BRU-TAL:
    -"Hay ocasiones, cuando está cantando, en las que parece que le estén retorciendo los testículos."
    ¡Jajajaja! En serio, me encantas tú, tu historia y tu forma de escribir. Publica pronto, por fa. :)

    ResponderEliminar
  5. Guau!! Jo, yo también quiero seguir leyendo cuanto antes... pobre Luta, yo que creía que ibasna ser buenas amigas... mmm, a ver qué nos preparas para la próxima!! Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Wohoo! Genial el capitulo ^^
    Luta me cae bien, espero que se arregle pronto con Marty.
    Tengo ganas de ver a Victoria en su nueva vida publica el siguiente capitulo prontoo!! :D

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, chicas!! me alegro de que os esté gustando la historia. La relación entre Iuta y Victoria va a ser algo compleja a lo largo de toda la historia, pero es que ambos personajes no lo van a tener fácil... Pero Marty y Iuta harán las paces pronto, lo prometo. Después de todo, nadie puede estar mucho tiempo enfadado con Marty XDD
    Y tienes razón, Sun, ahora mismo arreglo lo del acento en el "hablé".
    Un beso, y muchas gracias por leer!!

    ResponderEliminar
  8. Jajaja acabo de caer en la cuenta... Marty, ¿como Marty Friedman?? jaja

    ResponderEliminar
  9. Jajajaja, sí, Atanila. Me has pillado... Marty de Marty Friedman!!!

    ResponderEliminar
  10. Diositaaaa, eres una chica muy malaaaaa. ¿Como puedes dejarnos así? El principio de una vida nueva, y no nos dices nada más!!! Eso es muy injusto. Meha encatado Tom, es muy rico XD Y por cierto.... la alemana se llama iuta no? Es que es una duda estúpida pero me ronda la cabeza cada vez que leo su nombre XDD Besoteees

    ResponderEliminar
  11. Sé que no me conoces de nada, pero por si te interesa, en mí blog has recibido un premio ;)

    Un saludo^^

    ResponderEliminar
  12. Mola. En serio, mola. Me gusta la tirantez que ella sufre por lo tímida que es pero me gusta mucho.

    ResponderEliminar