My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

jueves, 25 de agosto de 2011

Capítulo XVI. Una nueva vida empieza hoy (Parte3)

Queridos lectores:

Hoy  vengo a traeros un nuevo capítulo de “Fight For Rock”, pero esta semana, además, vengo también a enviarle un mensajito a una persona MUY “especial” para mí (nótese el tono sarcástico que impregna mis palabras XD).

Sé que esto es algo totalmente impropio en mí, pero debido a unos sucesos que llevan ya algún tiempo ocurriendo y que ahora he podido comprobar yo misma de primera mano, me veo incapaz de quedarme de brazos cruzados y dejar correr estos hechos como si no fueran conmigo. Porque lo cierto es que van con TODOS NOSOTROS, ladies and gentlemen.

Mi mensaje para esta persona, si es que se le puede calificar de tal forma después de todo lo que ha hecho, es el siguiente:

Nuevamente se te ha visto el plumero, pequeña (y sí, digo “pequeña” porque no eres más que una cría de 14 años sin personalidad). No importa cuántos tuentis te hagas, ni cuántas veces borres los blogs y crees otros nuevos. No importa cuántas veces quieras tratar de engañarnos, diciendo que eres de Estonia, de Barcelona o del c*** de la Bernarda. No importa las veces que intentes darnos pena, y que trates de desvincularte de tus otras personalidades, diciendo que te han plagiado. Porque te vamos a pillar.

Te vamos a pillar porque eres tan tonta que siempre dejas las mismas pistas, aunque te cambies de tuenti y de blogs. Mismas fotos, temática de tus historias parecidas, mismo APELLIDO DEL PSEUDÓNIMO PLAGIADO y misma historia para darle pena a la gente. Sólo te voy a dar un consejo: deja de plagiar a la gente que de verdad tiene talento y se esfuerza por escribir. Deja de copiar sus personalidades porque tú no les llegas ni a la suela de los zapatos. Madura de una vez y si no sirves para escribir, pues dedícate a otra cosa. Pero por favor (bueno, ¿ qué coño “por favor”? Tú no te mereces esa consideración), que esa otra cosa no sea la música, la pintura o cualquier otro tipo de arte, que nos conocemos, y acabarás copiándole a alguien su trabajo, pasándote por el forro su talento, su sacrificio y su valía como persona.

No voy a ocupar ni un segundo más de mi tiempo en hablar de ti, porque no te lo mereces, pero puesto que éste es un blog en el que prima la temática rockera, no puedo evitar dedicarte unos versos de la canción “Come Hell or High Water” del grupo de rock Poison, que seguro entenderás, dado tu “dominio” del inglés y a que, como supuestamente te gusta taaaaaaanto el rock, pues seguramente hasta la has escuchado y todo:

“I've got something that's been on my mind
come close I'll tell you the problem I find
I'm sick and tired of the damage you've done
don't blame me I ain't the one
I blame yourself for the ghosts in your past
And kiss my ass!”

P.D. Leonard es PELIRROJO no MORENO, ¿de acuerdo? Decir que me admiras mucho a mí y a mi historia y luego salirme con esa pifia, es un insulto a mi inteligencia. Y hasta el momento, he demostrado tener de eso bastante más que tú.


Ahora, sin más preámbulos, os dejo ya con la última parte del capítulo 16 de "Fight For Rock".


Diana
— “There I was completely wasted, out of work and down
All inside it’s so frustrating as I drift from town to town
Feeling as though nobody cares if i live or die
so I might as well begin to put some action in my life
Breaking the law, breaking the law…”
           
— Diana, for the last time: shut he fuck up!
           
Cada día era igual. Mi madre llegaba a casa por las tardes y se ponía hasta arriba con el whisky barato que robaba del supermercado donde trabajaba. Y del que más pronto que tarde la echarían. Siempre acaban echándola.

“Se acabó Judas Priest por hoy”, me quejé con fastidio, mientras guardaba la guitarra en su funda, antes de esconderla en el armario. Si mi madre la encontraba, la llevaría a la casa de empeños para tener algo de dinero con el que comprarse la heroína.

Inspiré hondo y me dejé caer pesadamente sobre la cama. El truco estaba en cerrar los ojos, dejar la mente en blanco y contar hasta diez para no perder la poca paciencia que me quedaba con mi madre. Había veces incluso, en las que podía imaginar que estaba lejos de allí, en un lugar tranquilo y placentero… Como por ejemplo, desnuda entre los brazos de Tom…
           
Levanté el brazo izquierdo por encima de mi cabeza y consulté su reloj de muñeca con aire cansino. La una y media. Tom estaría tocando con su grupo en el local de ese tal Marty. Él me había pedido un poco de espacio y mi intención era dárselo, dejarlo un rato a su aire, con sus amigos. Pero lo echaba terriblemente de menos. Y no sólo sus besos, sus caricias y su más que apetecible cuerpo. Lo echaba de menos a él.

Necesitaba oír su voz cantarina diciéndome lo guapa que estaba con mi camiseta de Metallica o contándome alguno de sus chistes que, a pesar de ser bastante malos, a mí me hacían reír. Necesitaba sentir sus ásperas manos masculinas sobre las mías cuando me enseñaba la forma correcta de tocar un acorde en la guitarra.

Lo necesitaba para calmar la ansiedad y el dolor que me consumían por dentro desde que se había marchado. Él hacia que toda la impotencia y desesperación que me provocaba el estado deleznable en el que se encontraba mi madre se desvanecieran en el aire. Cuando estaba con él, no era más que una muchacha hermosa, encantadora y fogosa en la cama. Una muchacha enamorada.

Me levanté de la cama de un salto, abrí de nuevo mi armario y saqué unos vaqueros negros desgastados junto con una camiseta de Iron Maiden. Estaba a punto de cerrar la puerta y vestirme, cuando vi la funda reluciente de mi guitarra, llamándome a gritos: “¡Llévame contigo! ¡Llévame contigo!”

No me lo pensé dos veces.


Victoria
Me acerqué hacia Angela y mi tía con paso vacilante. El concierto había comenzado ya y la mayoría de los clientes del local estaban demasiado ocupados bailando al ritmo de “Don’t Be Afraid Of Love” como para cotillear sobre lo que estaba pasando ahora mismo entre ellas, pero había excepciones, por supuesto. Sin ir más lejos, los ojos de Emma, la novia de Iuta, estaban taladrando con la mirada a su cuñada, como si no pudiera reprobar más su conducta. 

“Menuda gilipollas”, pensé para mis adentros. A diferencia de Angela, Emma no había tenido todavía la decencia de disculparse por lo mal que trataba a todo el mundo. Y algo me decía que no lo haría nunca. Era demasiado orgullosa como para llevar a cabo un acto tan desinteresado. No sé por qué, pero estaba segura de que ni siquiera lo haría por Iuta, a la que decía amar tanto.

— Vicky, cariño — me llamó mi tía en cuanto me vio, haciéndome señas con la mano para que me acercara a ellas. Una dulce sonrisa coronaba sus labios, y su mano derecha apretaba suavemente la de Angela. Como si se tratara de dos buenas amigas. Y lo más posible era que a partir de ese momento así fuera.

— Victoria — me saludó Angela con una tímida sonrisa y una inclinación de cabeza —. ¿Qué tal te va todo?

— Muy bien — repliqué, devolviéndole la sonrisa —. ¿Y a ti?

Al momento de preguntarle aquello, me arrepentí de haberlo hecho. Su padre acababa de morir, ¿cómo iba a estar? Hecha polvo. Y yo había sido tan inútil como para meter el dedo en la llaga.

La antigua Angela habría respondido algo desagradable y lleno de sarcasmo, pero no había ni rastro de aquella Angela esa noche. Una muchacha tímida y risueña ocupaba ahora su lugar. Fue entonces cuando comprendí que sus disculpas hacia mi tía habían sido completamente sinceras, y no pude evitar esbozar una alegre sonrisa al pensar que sí era posible. Las personas podían cambiar para bien.

— Estoy mejor — admitió —. Mi hermano ha encontrado por fin un trabajo decente y mi hermana Iuta volverá mañana al bar. Y yo… — su mirada se deslizó entonces de forma involuntaria hacia el fondo del escenario. Cuando sus ojos se encontraron con los del batería, éste esbozó una pícara sonrisa, que ella le devolvió con otra, un tanto más reservada — Johnny me está ayudando mucho a superar todo lo que nos ha pasado a mi familia y a mí. No sé qué haría sin él — confesó con la voz quebrada —. Es mi mayor apoyo en estos momentos.

Úrsula le apretó la mano cariñosamente, como si de ese modo quisiera transmitirle toda su fuerza. Angela le agradeció ese amable con la mirada, compartiendo así un momento único.

Lástima que en aquellos momentos, la aparición en el local de una rubia despampanante rompiera un instante tan mágico como aquél.

— ¿Quién es la rubia esa? — oí que se preguntaban unas voces curiosas desde el centro de la sala. 

— A lo mejor es la nueva camarera. ¡Ya era hora de que Marty pusiera tías buenas a trabajar en el bar! — decía otro.

— ¡Oye, que Iuta está muy buena! — gritó uno de los moteros que estaban sentados al fondo del local.

— ¡Sí, pero la cara acelga que está trabajando esta noche, no, colega! — replicó el que estaba a su lado, antes de estallar en sonoras carcajadas.

Emma puso cara de malas pulgas al oír ese comentario tan despectivo hacia su persona, y se dio la vuelta en dirección a ellos, para soltarles algo más que palabras.

— Emma — la llamó mi tía con tono autoritario, cuando se dio cuenta de cuáles eran sus intenciones —. Deja a esos moteros tranquilos.

— ¡Pero si han sido ellos los que…!

— Cada uno de esos bestias pesa cuarenta kilos más que tú. Puede que incluso alguno más. ¿De verdad te parece sensato empezar una pelea con ellos, sabiendo que tienes las de perder?

Emma pareció meditarlo unos segundos, para después darle la razón a mi tía a regañadientes. Se notaba que Úrsula no le caía demasiado bien… Ni yo tampoco. La forma que tenía de mirarnos era tan desdeñosa y corrosiva, que helaba la sangre en las venas. No podía sostener su mirada. No, sin antes mandarla a pastar a los prados Suizos.
O a un sitio mucho menos desagradable.

Aparté pues mi mirada de ella, y la dirigí de nuevo a la rubia maciza, que para mi total asombro, se dirigía hacia nosotros con pasos sensuales, casi felinos.

— Buenas noches — saludó cuando llegó a nuestra altura.

— Buenas noches — replicamos las cuatro casi al unísono.

— ¿No sabrán ustedes por casualidad dónde está Tom, verdad? —preguntó con unos modales y una corrección exquisitos. Mi tía esbozó una sonrisa suspicaz, antes de preguntarle, como quien no quiere la cosa:

— ¿Es usted amiga suya?

— No — contestó ella, mientras se quitaba las gafas de sol que llevaba puestas, mostrando así unos cristalinos ojos azules, que habrían hecho retorcerse de envidia a cualquier chica (yo incluida) —. Soy su novia.


Tom  
No pude evitar que una dulce sonrisa comenzara a formarse en mis labios cuando la vi entrar por la puerta del bar. Yo mismo le había pedido aquella noche que nos tomáramos las cosas con más calma, que necesitaba mi espacio. Pero lo cierto es que mi corazón había dado un vuelco nada más verla aparecer. Era inútil tratar de negarlo: adoraba a aquella mujer más allá de lo que estaba dispuesto a admitir. 
           
Me resultó extraño que se fuera a juntar precisamente con el cuarteto de la muerte, pero parece que sólo les estaba preguntando por mí, porque pude ver cómo Victoria alzaba su dedo índice en mi dirección mientras esbozaba una amplia sonrisa.

Diana siguió la dirección que apuntaba su dedo y nuestros ojos se encontraron. Al verme subido en el escenario tocando, como tantas veces le había explicado que hacía, no pudo sino esbozar una sonrisa cargada de orgullo hacia mí. Aquella sonrisa me puso tan nervioso que me equivoqué en una nota y Leonard, que siempre se daba cuenta de todo, se giró en mi dirección para mirarme con cara de perro rabioso. Aunque, por otra parte, ésa era la expresión que tenía casi siempre dibujada en su rostro.

Le hice una inclinación de cabeza para darle a entender que todo iba bien y que siguiera cantando. Yo volví a fijar la vista en Diana y la recorrí con una mirada pecaminosa. Ella no era la única que me deseaba insaciablemente. Yo tampoco podía vivir alejado de ella. Y no pensaba hacerlo.
Dos canciones después, y al igual que hacíamos en cada concierto, nos tomamos cinco minutos de descanso. No pude evitar fijarme en que Victoria venía hacia el backstage y le hacia señas con la mano a Diana para que la siguiera. Ésta, esbozando una tímida sonrisa, la siguió con pasos lentos y vacilantes. Como si tuviera miedo de que su presencia pudiera molestar a alguien.

“Hacía tan sólo unas horas no parecías tan tímida, mi amor”, pensé para mis adentros. Pero un segundo después me reprendí a mí mismo por haber pensado aquellas palabras. ¿Qué diablos había hecho esa mujer conmigo? Había conseguido que mi mente, que ya era lo suficientemente calenturienta de por sí, estuviera ahora totalmente fuera de control.

— Hola chicos — saludó Victoria cuando ambas llegaron a nuestra altura. Diana seguía detrás de ella, como si tuviera miedo de entrar a nuestro camerino. Lo cierto es que la escena resultaba bastante cómica: una mujer que rebasaba el metro setenta, ocultándose tras una muchachita de apenas metro y medio.

— Hola, cariño — replicó Leo con una sonrisa lasciva, al tiempo que recorría a su novia con una mirada hambrienta.

“Hablando de mentes calenturientas”.

Me dirigí hacia donde estaba Diana, y la agarré fuertemente por la cintura antes de darle un buen morreo, bajo la atenta mirada de todos los presentes. Cuando nuestros labios se separaron, pude comprobar por mi mismo la variedad de reacciones que había en la sala. Rob seguía tan cabreado como siempre; Leo parecía más perplejo que si hubiera visto un ovni aterrizar en nuestra terraza; Johnny reía alegre, mientras se bebía su heineken; Victoria tenía una sonrisa cómplice dibujada en su rostro de duende, y mi Diana se había quedado literalmente sin palabras.

Tras unos segundos de silencio durante los que nadie pronunció palabra, unos toques en la puerta nos devolvieron de golpe a la realidad. Era Angela.

“Bueno, ya estamos todos”, pensé con aire divertido.
La cara de ajo seco de nuestro Rob se acentuó considerablemente, antes de que a su inteligente mente se le ocurriera soltar:

— ¡El descanso se ha acabado!

Es lo que tiene llevar meses sin catar fémina. Te jode ver que los demás tíos de tu “manada” sí que lo hacen y son felices.

— ¡Pero tío, si aún quedan tres minutos! — se quejó Leonard, acariciando la cintura de Victoria con aire posesivo, como el lobo que marca a la hembra como suya. 

Rob no contestó. Simplemente salió del camerino, cerrando de un fuerte portazo.

Todas las miradas se clavaron en Diana y en mí cuando el capullo del guitarrista se fue. Viendo la que se me venía encima, cogí la mano de Diana y di un paso al frente.

— Quiero presentaros a Diana — comencé a decir, mientras la recorría con una mirada de adoración —. Mi novia.

La cara de perplejidad de Leo se acentuó aún más.

— ¿Desde cuándo tienes novia? ¿Y por qué no me lo habías dicho?

Ahora su tono, más que perplejo, parecía enfadado.

— Nos conocemos desde hace poco. Pero te aseguro que ya no puedo vivir sin esta mujer — añadí, inclinando mi rostro hacia el de ella y atrapando sus labios en un nuevo beso, casi tan apasionado como el anterior.

— Chicos, creo que deberíamos dejarlos solos — sugirió Victoria, cogiendo a Leo de la mano y llevándolo hacia la puerta del camerino.

— Tú y yo hablaremos luego — me advirtió Leo, alzando su dedo índice en mi dirección, antes de ser arrastrado por Victoria de nuevo hacia el local.

Johnny y Angela salieron unos segundos después, sin dejar de dirigirnos miradas y sonrisas cómplices. Aquello no había terminado, ni mucho menos. En cuanto mis compañeros de grupo tuvieran ocasión, iban a acribillarme a preguntas sobre Diana y nuestra relación. Pero mientras tanto, podíamos disfrutar el uno del otro.

Cuando por fin estuvimos solos, Diana se lanzó a mis brazos, atrayéndome hacia ella con tanta fuerza que casi me deja sin respiración.

— Muchas gracias, cariño — me dijo, antes de comenzar a darme suaves mordisquitos por el cuello.

— ¿Por qué? — pregunté confundido.

— Por no haberte avergonzado de demostrar que me quieres en público. 

11 comentarios:

  1. ¡Que fuerteeeeee!
    No me esperaba que Tom, nuestro Tom, estuviera saliendo con Diana, nos has engañado a todos heee xDDDD
    A estado genial, pero todavía estoy deseando una entrada con Tom y Vicky a solas =D me encanta esa pareja =D

    ResponderEliminar
  2. Que bonito, que bonito, que bonito!! (se supone que es un cántico, vale?)
    Dios... no me he podido reír más con lo de cara acelga...
    He visto un pequeño error, has repetido dos veces motero en uno de los diálogos, pero aún así, GENIAL, ESTUPENDO!!
    En lo que se refiere al mensajito... le estáis metiendo tanta caña (que se la tiene muy merecida) que creo que ha desaparecido, al menos, de mi tuenti
    Bueno, espero el siguiente capitulo con muchas ganas!!

    ResponderEliminar
  3. Ooooh! :O
    Pobre Dianaaa :( Has conseguido que me caiga mejor y, la verdad, la pareja que hace con Tom no está nada mal :$
    Un capítulo genial como siempre jaja
    Un beso (L)

    ResponderEliminar
  4. Omg!!! Ha sido genial, ahora habrá porblemas ¿verdad? porque no todo puede ir bien XDDD Madre mía. Diana está súper hundida en la mierda eh!! ¿Por qué no deja a su madre con su mierda de vida y se independiza como buena rockera que es?

    por cierto, espero que las múltiples personalidades de "la plagiadora" hayan tomado buena cuenta del mensaje anterior, porque no solo sabe de su existencia Athenea, sino que yo y much@s otr@s bloggers más también lo saben. Así que haznos un favor a todos y a ti misma y madura, niñata de pacotilla. (Por cierto, no sabemos si ya habrá cumplido los 15 pero ronda esa edad, CUIDADO ESCRITORES, LA PLAGIADORA ANDA SUELTA DE NUEVO....).

    ResponderEliminar
  5. Athenea, me ha encantado el capítulo. *.*
    Ahora sí que lo puedo decir bien alto: ADORO A ANGELA Y A JOHNNY. En serio, son unos de mis personajes preferidos.
    Me habría gustado que Leo y Vick salieran más en este capi, pero creo que Diana nos ha eclipsado a todos. xD La verdad es que aún sabiendo la vida que tiene (con su madre así y tal) sigue sin gustarme demasiado. No sé, es que la veo un poco demasiado posesiva con Tom. xD
    Un beso.
    P.D: Magnífico el mensaje, ya lo sabes. ;)

    ResponderEliminar
  6. OH! Gran capitulo!
    Diana y Tom son geniales, se han enamorado muy pronto para mi gusto, pero son geniales ^^
    Me ha echo mucha gracia lo del cuarteto de la muerte XDD
    Y en cuanto a Rob... me gustaría conocerlo más. la verdad es que lo entiendo, no se come delante del hambriento y ahí están comiendo todos menos él xDD

    Me parece perfecto que plantes cara a quien jode a las personas con talento. Tienes todo mi apoyo.

    ResponderEliminar
  7. Uhmmm, estás haciendo que me guste más Diana... aunque sigue sin convencerme "demasiao", jajaja.
    Estoy con Sun claramente, adoro a Angela y Johnny, aunque en este capítulo tampoco se haya visto demasiada cosas entre ellos. Está lleno de parejas, no? (A&J, V&L, T&D...). Sólo al amaargo Rob le falta una chica... jajaja.
    Genial, el capi. ¡Publica pronto, eh!
    PD: Excelente el mensajito "de amor" que le has dejado a la tía esa. ¡Excelente!

    ResponderEliminar
  8. ¿Por quién va el mensaje del principio?

    ResponderEliminar
  9. No pensé que fueran a estabilizar su relación tan pronto, menudo revuelo que ha creado la noticia de la pareja. A mí nunca me ha caído mal Diana, y creo que hacen una pareja muy explosiva *-*
    Pobre Rob está forever alone xDDD
    PD: Genial el mensaje del principio, muy contundente, así se habla.
    Publica pronto, Un beso, Athenea ^^

    ResponderEliminar
  10. Me gusta que Tom y Diana hayan congeniado tan pronto, hacen una pareja estupenda *_* Diana me encanta (entre otras cosas porque me parezco a ella, en personalidad xD).
    La pareja de Angela y Johnny también... en general todas, pero ahora le falta pareja a Hans y Rob... mm qué idea de momento. Hans y Rob se parecen bastante... quién sabe jaja.
    1 beso!

    p.d. Ni idea del mensaje :0

    ResponderEliminar
  11. Loving it's in the air jajaja como mola este trozo chica, a ver cuando pones más cosicas así jeje

    ResponderEliminar