My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

miércoles, 31 de agosto de 2011

¡Me han entrevistado!


Pues sí, chic@s, en las últimas semanas me han entrevistado Claro de Luna y Adol, en sus blogs. 


Si queréis pasaros, el link de la entrevista con Adol es: http://elhoteldeloscuentos.blogspot.com/2011/08/entrevista-con-athenea-escritora.html



Y el de la entrevista con claro de Luna es:http://elsecretodemaria2.blogspot.com/2011/08/entrevista-athenea.html 


Espero que os paséis y deis vuestra opinión. ¡Un beso! Att. Athenea Escritora

viernes, 26 de agosto de 2011

Personajes principales (Fotos)

Victoria
Leonard
Tom
Diana
Padre de Victoria
Madre de Victoria
Úrsula


Marty
Angela
Johnny
Iuta
Hans
Anna
Emma
Rob


Mis sitios

Escribo tres blogs:


  1. Athenea's Corner cuyo enlace es http://www.athenea-atenea.blogspot.com, en el que escribo fanfics (de "True Blood", de Sherrilyn Kenyon...), relatos cortos e historias romántico-fantásticas. 
  2. Fight For Rock cuyo enlace es http://www.fightforrock.blogspot.comque, en el que escribo una historia ambientada en los años 80, sobre una chica española que se va a Estados Unidos con sus tíos y allí conoce el amor,la amistad y la buena música. 
  3. Bajo la luz mortecina del amanecer, cuyo enlace es http://bajolaluzmortecinadelamanecer.blogspot.com/ , que es un blog donde de momento sólo tengo una historia, "Viento del Este", pero subiré más historias de temática romántica, realista, policiaca, etc. 
Para poder contactar conmigo, para hacerme preguntas, sugerencias o peticiones, podéis hacerlo desde tres sitos diferentes
  1. Desde el tuenti que utilizo para escribir: Athenea Escritora. (Si queréis que os etiquete en fotos de personajes, os avise de futuros proyectos y de cuando subo capítulos y relatos nuevos, etc).
  2. Desde mi correro electrónico como escritora: atheneaescritora@hotmail.com (Si queréis pasarme algún texto vuestro para que os dé mi opinión o queréis hacerme alguna pregunta más personal).
  3. Mi fromspring:  http://www.formspring.me/athenea17 (Si queréis hacerme cualquier pregunta, chorra o seria)
  4. Mi twitter: http://twitter.com/#!/AtheneaEscrit

Premios

Concedido por Loli

Concedido por Sun Burdock
Concedido por Sun Burdock

Concedido por Divinum Eximia

Concedido por Claro de Luna

Concedido por Carlos Jiménez

Concedido por Esther

Concedido por Esther

Personajes principales


Leonard
 


                                                            Victoria


                                                            Tom


                                                            Úrsula


                                                            Hans


                                                            Iuta


                                                            Angela


                                                            Marty


Diana


                                                            Anna


                                                            Emma


                                                            Johnny





jueves, 25 de agosto de 2011

Capítulo XVI. Una nueva vida empieza hoy (Parte3)

Queridos lectores:

Hoy  vengo a traeros un nuevo capítulo de “Fight For Rock”, pero esta semana, además, vengo también a enviarle un mensajito a una persona MUY “especial” para mí (nótese el tono sarcástico que impregna mis palabras XD).

Sé que esto es algo totalmente impropio en mí, pero debido a unos sucesos que llevan ya algún tiempo ocurriendo y que ahora he podido comprobar yo misma de primera mano, me veo incapaz de quedarme de brazos cruzados y dejar correr estos hechos como si no fueran conmigo. Porque lo cierto es que van con TODOS NOSOTROS, ladies and gentlemen.

Mi mensaje para esta persona, si es que se le puede calificar de tal forma después de todo lo que ha hecho, es el siguiente:

Nuevamente se te ha visto el plumero, pequeña (y sí, digo “pequeña” porque no eres más que una cría de 14 años sin personalidad). No importa cuántos tuentis te hagas, ni cuántas veces borres los blogs y crees otros nuevos. No importa cuántas veces quieras tratar de engañarnos, diciendo que eres de Estonia, de Barcelona o del c*** de la Bernarda. No importa las veces que intentes darnos pena, y que trates de desvincularte de tus otras personalidades, diciendo que te han plagiado. Porque te vamos a pillar.

Te vamos a pillar porque eres tan tonta que siempre dejas las mismas pistas, aunque te cambies de tuenti y de blogs. Mismas fotos, temática de tus historias parecidas, mismo APELLIDO DEL PSEUDÓNIMO PLAGIADO y misma historia para darle pena a la gente. Sólo te voy a dar un consejo: deja de plagiar a la gente que de verdad tiene talento y se esfuerza por escribir. Deja de copiar sus personalidades porque tú no les llegas ni a la suela de los zapatos. Madura de una vez y si no sirves para escribir, pues dedícate a otra cosa. Pero por favor (bueno, ¿ qué coño “por favor”? Tú no te mereces esa consideración), que esa otra cosa no sea la música, la pintura o cualquier otro tipo de arte, que nos conocemos, y acabarás copiándole a alguien su trabajo, pasándote por el forro su talento, su sacrificio y su valía como persona.

No voy a ocupar ni un segundo más de mi tiempo en hablar de ti, porque no te lo mereces, pero puesto que éste es un blog en el que prima la temática rockera, no puedo evitar dedicarte unos versos de la canción “Come Hell or High Water” del grupo de rock Poison, que seguro entenderás, dado tu “dominio” del inglés y a que, como supuestamente te gusta taaaaaaanto el rock, pues seguramente hasta la has escuchado y todo:

“I've got something that's been on my mind
come close I'll tell you the problem I find
I'm sick and tired of the damage you've done
don't blame me I ain't the one
I blame yourself for the ghosts in your past
And kiss my ass!”

P.D. Leonard es PELIRROJO no MORENO, ¿de acuerdo? Decir que me admiras mucho a mí y a mi historia y luego salirme con esa pifia, es un insulto a mi inteligencia. Y hasta el momento, he demostrado tener de eso bastante más que tú.


Ahora, sin más preámbulos, os dejo ya con la última parte del capítulo 16 de "Fight For Rock".


Diana
— “There I was completely wasted, out of work and down
All inside it’s so frustrating as I drift from town to town
Feeling as though nobody cares if i live or die
so I might as well begin to put some action in my life
Breaking the law, breaking the law…”
           
— Diana, for the last time: shut he fuck up!
           
Cada día era igual. Mi madre llegaba a casa por las tardes y se ponía hasta arriba con el whisky barato que robaba del supermercado donde trabajaba. Y del que más pronto que tarde la echarían. Siempre acaban echándola.

“Se acabó Judas Priest por hoy”, me quejé con fastidio, mientras guardaba la guitarra en su funda, antes de esconderla en el armario. Si mi madre la encontraba, la llevaría a la casa de empeños para tener algo de dinero con el que comprarse la heroína.

Inspiré hondo y me dejé caer pesadamente sobre la cama. El truco estaba en cerrar los ojos, dejar la mente en blanco y contar hasta diez para no perder la poca paciencia que me quedaba con mi madre. Había veces incluso, en las que podía imaginar que estaba lejos de allí, en un lugar tranquilo y placentero… Como por ejemplo, desnuda entre los brazos de Tom…
           
Levanté el brazo izquierdo por encima de mi cabeza y consulté su reloj de muñeca con aire cansino. La una y media. Tom estaría tocando con su grupo en el local de ese tal Marty. Él me había pedido un poco de espacio y mi intención era dárselo, dejarlo un rato a su aire, con sus amigos. Pero lo echaba terriblemente de menos. Y no sólo sus besos, sus caricias y su más que apetecible cuerpo. Lo echaba de menos a él.

Necesitaba oír su voz cantarina diciéndome lo guapa que estaba con mi camiseta de Metallica o contándome alguno de sus chistes que, a pesar de ser bastante malos, a mí me hacían reír. Necesitaba sentir sus ásperas manos masculinas sobre las mías cuando me enseñaba la forma correcta de tocar un acorde en la guitarra.

Lo necesitaba para calmar la ansiedad y el dolor que me consumían por dentro desde que se había marchado. Él hacia que toda la impotencia y desesperación que me provocaba el estado deleznable en el que se encontraba mi madre se desvanecieran en el aire. Cuando estaba con él, no era más que una muchacha hermosa, encantadora y fogosa en la cama. Una muchacha enamorada.

Me levanté de la cama de un salto, abrí de nuevo mi armario y saqué unos vaqueros negros desgastados junto con una camiseta de Iron Maiden. Estaba a punto de cerrar la puerta y vestirme, cuando vi la funda reluciente de mi guitarra, llamándome a gritos: “¡Llévame contigo! ¡Llévame contigo!”

No me lo pensé dos veces.


Victoria
Me acerqué hacia Angela y mi tía con paso vacilante. El concierto había comenzado ya y la mayoría de los clientes del local estaban demasiado ocupados bailando al ritmo de “Don’t Be Afraid Of Love” como para cotillear sobre lo que estaba pasando ahora mismo entre ellas, pero había excepciones, por supuesto. Sin ir más lejos, los ojos de Emma, la novia de Iuta, estaban taladrando con la mirada a su cuñada, como si no pudiera reprobar más su conducta. 

“Menuda gilipollas”, pensé para mis adentros. A diferencia de Angela, Emma no había tenido todavía la decencia de disculparse por lo mal que trataba a todo el mundo. Y algo me decía que no lo haría nunca. Era demasiado orgullosa como para llevar a cabo un acto tan desinteresado. No sé por qué, pero estaba segura de que ni siquiera lo haría por Iuta, a la que decía amar tanto.

— Vicky, cariño — me llamó mi tía en cuanto me vio, haciéndome señas con la mano para que me acercara a ellas. Una dulce sonrisa coronaba sus labios, y su mano derecha apretaba suavemente la de Angela. Como si se tratara de dos buenas amigas. Y lo más posible era que a partir de ese momento así fuera.

— Victoria — me saludó Angela con una tímida sonrisa y una inclinación de cabeza —. ¿Qué tal te va todo?

— Muy bien — repliqué, devolviéndole la sonrisa —. ¿Y a ti?

Al momento de preguntarle aquello, me arrepentí de haberlo hecho. Su padre acababa de morir, ¿cómo iba a estar? Hecha polvo. Y yo había sido tan inútil como para meter el dedo en la llaga.

La antigua Angela habría respondido algo desagradable y lleno de sarcasmo, pero no había ni rastro de aquella Angela esa noche. Una muchacha tímida y risueña ocupaba ahora su lugar. Fue entonces cuando comprendí que sus disculpas hacia mi tía habían sido completamente sinceras, y no pude evitar esbozar una alegre sonrisa al pensar que sí era posible. Las personas podían cambiar para bien.

— Estoy mejor — admitió —. Mi hermano ha encontrado por fin un trabajo decente y mi hermana Iuta volverá mañana al bar. Y yo… — su mirada se deslizó entonces de forma involuntaria hacia el fondo del escenario. Cuando sus ojos se encontraron con los del batería, éste esbozó una pícara sonrisa, que ella le devolvió con otra, un tanto más reservada — Johnny me está ayudando mucho a superar todo lo que nos ha pasado a mi familia y a mí. No sé qué haría sin él — confesó con la voz quebrada —. Es mi mayor apoyo en estos momentos.

Úrsula le apretó la mano cariñosamente, como si de ese modo quisiera transmitirle toda su fuerza. Angela le agradeció ese amable con la mirada, compartiendo así un momento único.

Lástima que en aquellos momentos, la aparición en el local de una rubia despampanante rompiera un instante tan mágico como aquél.

— ¿Quién es la rubia esa? — oí que se preguntaban unas voces curiosas desde el centro de la sala. 

— A lo mejor es la nueva camarera. ¡Ya era hora de que Marty pusiera tías buenas a trabajar en el bar! — decía otro.

— ¡Oye, que Iuta está muy buena! — gritó uno de los moteros que estaban sentados al fondo del local.

— ¡Sí, pero la cara acelga que está trabajando esta noche, no, colega! — replicó el que estaba a su lado, antes de estallar en sonoras carcajadas.

Emma puso cara de malas pulgas al oír ese comentario tan despectivo hacia su persona, y se dio la vuelta en dirección a ellos, para soltarles algo más que palabras.

— Emma — la llamó mi tía con tono autoritario, cuando se dio cuenta de cuáles eran sus intenciones —. Deja a esos moteros tranquilos.

— ¡Pero si han sido ellos los que…!

— Cada uno de esos bestias pesa cuarenta kilos más que tú. Puede que incluso alguno más. ¿De verdad te parece sensato empezar una pelea con ellos, sabiendo que tienes las de perder?

Emma pareció meditarlo unos segundos, para después darle la razón a mi tía a regañadientes. Se notaba que Úrsula no le caía demasiado bien… Ni yo tampoco. La forma que tenía de mirarnos era tan desdeñosa y corrosiva, que helaba la sangre en las venas. No podía sostener su mirada. No, sin antes mandarla a pastar a los prados Suizos.
O a un sitio mucho menos desagradable.

Aparté pues mi mirada de ella, y la dirigí de nuevo a la rubia maciza, que para mi total asombro, se dirigía hacia nosotros con pasos sensuales, casi felinos.

— Buenas noches — saludó cuando llegó a nuestra altura.

— Buenas noches — replicamos las cuatro casi al unísono.

— ¿No sabrán ustedes por casualidad dónde está Tom, verdad? —preguntó con unos modales y una corrección exquisitos. Mi tía esbozó una sonrisa suspicaz, antes de preguntarle, como quien no quiere la cosa:

— ¿Es usted amiga suya?

— No — contestó ella, mientras se quitaba las gafas de sol que llevaba puestas, mostrando así unos cristalinos ojos azules, que habrían hecho retorcerse de envidia a cualquier chica (yo incluida) —. Soy su novia.


Tom  
No pude evitar que una dulce sonrisa comenzara a formarse en mis labios cuando la vi entrar por la puerta del bar. Yo mismo le había pedido aquella noche que nos tomáramos las cosas con más calma, que necesitaba mi espacio. Pero lo cierto es que mi corazón había dado un vuelco nada más verla aparecer. Era inútil tratar de negarlo: adoraba a aquella mujer más allá de lo que estaba dispuesto a admitir. 
           
Me resultó extraño que se fuera a juntar precisamente con el cuarteto de la muerte, pero parece que sólo les estaba preguntando por mí, porque pude ver cómo Victoria alzaba su dedo índice en mi dirección mientras esbozaba una amplia sonrisa.

Diana siguió la dirección que apuntaba su dedo y nuestros ojos se encontraron. Al verme subido en el escenario tocando, como tantas veces le había explicado que hacía, no pudo sino esbozar una sonrisa cargada de orgullo hacia mí. Aquella sonrisa me puso tan nervioso que me equivoqué en una nota y Leonard, que siempre se daba cuenta de todo, se giró en mi dirección para mirarme con cara de perro rabioso. Aunque, por otra parte, ésa era la expresión que tenía casi siempre dibujada en su rostro.

Le hice una inclinación de cabeza para darle a entender que todo iba bien y que siguiera cantando. Yo volví a fijar la vista en Diana y la recorrí con una mirada pecaminosa. Ella no era la única que me deseaba insaciablemente. Yo tampoco podía vivir alejado de ella. Y no pensaba hacerlo.
Dos canciones después, y al igual que hacíamos en cada concierto, nos tomamos cinco minutos de descanso. No pude evitar fijarme en que Victoria venía hacia el backstage y le hacia señas con la mano a Diana para que la siguiera. Ésta, esbozando una tímida sonrisa, la siguió con pasos lentos y vacilantes. Como si tuviera miedo de que su presencia pudiera molestar a alguien.

“Hacía tan sólo unas horas no parecías tan tímida, mi amor”, pensé para mis adentros. Pero un segundo después me reprendí a mí mismo por haber pensado aquellas palabras. ¿Qué diablos había hecho esa mujer conmigo? Había conseguido que mi mente, que ya era lo suficientemente calenturienta de por sí, estuviera ahora totalmente fuera de control.

— Hola chicos — saludó Victoria cuando ambas llegaron a nuestra altura. Diana seguía detrás de ella, como si tuviera miedo de entrar a nuestro camerino. Lo cierto es que la escena resultaba bastante cómica: una mujer que rebasaba el metro setenta, ocultándose tras una muchachita de apenas metro y medio.

— Hola, cariño — replicó Leo con una sonrisa lasciva, al tiempo que recorría a su novia con una mirada hambrienta.

“Hablando de mentes calenturientas”.

Me dirigí hacia donde estaba Diana, y la agarré fuertemente por la cintura antes de darle un buen morreo, bajo la atenta mirada de todos los presentes. Cuando nuestros labios se separaron, pude comprobar por mi mismo la variedad de reacciones que había en la sala. Rob seguía tan cabreado como siempre; Leo parecía más perplejo que si hubiera visto un ovni aterrizar en nuestra terraza; Johnny reía alegre, mientras se bebía su heineken; Victoria tenía una sonrisa cómplice dibujada en su rostro de duende, y mi Diana se había quedado literalmente sin palabras.

Tras unos segundos de silencio durante los que nadie pronunció palabra, unos toques en la puerta nos devolvieron de golpe a la realidad. Era Angela.

“Bueno, ya estamos todos”, pensé con aire divertido.
La cara de ajo seco de nuestro Rob se acentuó considerablemente, antes de que a su inteligente mente se le ocurriera soltar:

— ¡El descanso se ha acabado!

Es lo que tiene llevar meses sin catar fémina. Te jode ver que los demás tíos de tu “manada” sí que lo hacen y son felices.

— ¡Pero tío, si aún quedan tres minutos! — se quejó Leonard, acariciando la cintura de Victoria con aire posesivo, como el lobo que marca a la hembra como suya. 

Rob no contestó. Simplemente salió del camerino, cerrando de un fuerte portazo.

Todas las miradas se clavaron en Diana y en mí cuando el capullo del guitarrista se fue. Viendo la que se me venía encima, cogí la mano de Diana y di un paso al frente.

— Quiero presentaros a Diana — comencé a decir, mientras la recorría con una mirada de adoración —. Mi novia.

La cara de perplejidad de Leo se acentuó aún más.

— ¿Desde cuándo tienes novia? ¿Y por qué no me lo habías dicho?

Ahora su tono, más que perplejo, parecía enfadado.

— Nos conocemos desde hace poco. Pero te aseguro que ya no puedo vivir sin esta mujer — añadí, inclinando mi rostro hacia el de ella y atrapando sus labios en un nuevo beso, casi tan apasionado como el anterior.

— Chicos, creo que deberíamos dejarlos solos — sugirió Victoria, cogiendo a Leo de la mano y llevándolo hacia la puerta del camerino.

— Tú y yo hablaremos luego — me advirtió Leo, alzando su dedo índice en mi dirección, antes de ser arrastrado por Victoria de nuevo hacia el local.

Johnny y Angela salieron unos segundos después, sin dejar de dirigirnos miradas y sonrisas cómplices. Aquello no había terminado, ni mucho menos. En cuanto mis compañeros de grupo tuvieran ocasión, iban a acribillarme a preguntas sobre Diana y nuestra relación. Pero mientras tanto, podíamos disfrutar el uno del otro.

Cuando por fin estuvimos solos, Diana se lanzó a mis brazos, atrayéndome hacia ella con tanta fuerza que casi me deja sin respiración.

— Muchas gracias, cariño — me dijo, antes de comenzar a darme suaves mordisquitos por el cuello.

— ¿Por qué? — pregunté confundido.

— Por no haberte avergonzado de demostrar que me quieres en público. 

viernes, 19 de agosto de 2011

¡Nuevo premio!

Aquí os traigo el último premio que me han otorgado. Esta vez ha sido Katia Corbett (Sun Burdock). Le doy las gracias a Sun por este premio, y quiero que sepas que aunque fui de las últimas en engancharme a tu historia, es una de mis preferidas, y estoy ansiosa por verla acabada y publicada en un libro.

Dicho esto, ahora tengo que pasar el premio a otros blogs.

1. Patricia, porque ha sido mi más fiel seguidora desde el very beginning.
2. A Serela, porque siempre he contado con su apoyo.
3. A Laura TvdB, porque siempre lee mis entradas y las comenta, de todos mis blogs.
4. A Adol, porque es de los pocos chicos que leen mis historias, y me anima mucho con sus comentarios.
5. A Tamara, porque siempre lee y me comenta las entradas de FFR, desde que comenzó la historia.

Le daría también el premio a Sun y a Esther que son dos de mis grandes apoyos, pero ellas ya han recibido el premio. Del mismo modo, le daría el premio a más gente, pero si lo hiciera la lista sería interminable.

¡Un beso! Att. Athenea Escritora.

jueves, 18 de agosto de 2011

¡Nuevo blog!

Como ya os adelante el otro día en "Athenea's Corner", he decidido abrir un nuevo blog (http://bajolaluzmortecinadelamanecer.blogspot.com/) para publicar en él historias que no tienen que ver con la temática fantástica que publico en "Athenea's Corner", ni la temática rockera de "Fight For Rock".

De momento, aquí voy a comenzar subiendo los capítulos "remasterizados", por así decirlo, de la historia "Viento del Este", que antes publicaba en el blog de Athenea's Corner. No obstante, y como me pasa a menudo con las historias, me desvié de la trama principal, y como me gusta mucho esta historia, he decidido ponerle remedio, corrigiéndola y reescribiendo algunas partes. Así mismo, como esta historia no es de temática fantástica, consideré que ya no tenía sentido seguir publicándola en el blog antes citado. 

Algunos de vosotros ya sabréis de qué va la historia porque ya habréis leído algunos capítulos, pero para los que no, procederé ahora a explicaros el argumento. La historia se desarrolla en la actualidad, en Valencia. Los protagonistas son Nikolai, miembro de alto rango de la mafia rusa y Marta, una estudiante de filosofía que trabaja a tiempo parcial en la cafetería de su abuela y que no tiene suerte con los hombres. Pues bien, Marta sale de trabajar una noche y, camino se encuentra con que han disparado a un desconocido en medio de la calle. Detiene el coche para ayudarlo y le salva la vida sin saber quién es él realmente.

Ya podéis disfrutar en el blog de la introducción (http://bajolaluzmortecinadelamanecer.blogspot.com/2011/08/introduccion.html) y de la parte 1 del primer capítulo (http://bajolaluzmortecinadelamanecer.blogspot.com/2011/08/capitulo-1.html) de esta historia, así que espero que os animéis y os paséis. ¡Un beso y muchísimas gracias por vuestro tiempo! Att. Athenea Escritora.

miércoles, 17 de agosto de 2011

¡Me han concedido dos premios!

Bueno chic@s hoy no vengo a traeros un nuevo capítulo de nuestros rockeros favoritos, sino que como dice el título de la entrada, me han concedido dos premios. Ha sido la señorita Esther, que gentilmente me los ha otorgado desde su blog "Invazion". Procederé ahora a explicar en qué consisten los premios y a quién se los otorgo yo.

El primero es el premio es "Parte de mí", cuyas reglas son las siguientes:

1. Nombra a quién te premie y su blog.
2. Premia a 10 blogs que formen parte de ti.
3. Escribe 3 mentiras y 3 verdades.

Lo primero, le agradezco mucho a Esther no sólo que me haya concedido los premios, sino también parte de su tiempo para leer la historia que publico en este blog. Es una de mis más fieles seguidoras, como así lo demuestra el ranking de seguidores del blog. Además, siempre que tengo alguna duda acerca del blog o sus accesorios, ahí está ella para ayudar. ¡Muchas gracias, cielo!

Ahora pasaré a decir a mis 10 premiados (no puestos por orden de preferencia, que no se me vaya a enfadar nadie XD). Éstos son:
1. "El blog de Laura TvdB".
2. "El bosque sombrío".
3. "Huyendo de la realidad".
4. "Una traición, una muerte y un gran poder".
5. "Jimena de la Almena".
6. "Déjate llevar por Nox".
7. "Tras el espejo".
8. "El poder de la princesa".
9. "Proyectos olvidados".
10. "El secreto de María", que aunque es un blog joven, promete.


Ahora diré las 3 mentiras y las tres verdades, mezcladas, por supuesto.
- Por las noches duermo tapada hasta el cuello aunque sea verano por miedo a que me ataque un vampiro.
- Soy adicta al chocolate y a los chicles de naranja.
- Me dan miedo los perros.
- Me encanta la playa.
- No utilizo el ascensor por si me encuentro con algún vecino pesado.
- Mi amor platónico es J.J. Rousseau.


El siguiente premio es "El premio Colors". Las normas de éste son las siguientes:
1. Pon la imagen correspondiente al premio y agradece a quién te lo concedió.
2. Busca el minuto 15 de la última película que hayas visto y apunta la frase que digan.
3. Di los colores que te inspiran el día.
4. Cada blog premiado nomina a un número menos de blogs (O sea, Esther nominó a cinco, yo a cuatro, y los blogs que nomine a tres, así hasta llegar a 0).

- La frase del minuto 15 de la película "Malditos Bastardos" dice así: "Si entrará una rata correteando por esa puerta, ¿la recibiría con hostilidad?"
- En cuanto a los colores que me inspiran el día, pues depende del día. Hoy, en particular, son el verde y el azul.

Y ahora mis cuatro nominados:
- Serela Ense, (espero ver pronto tu nueva historia publicada).
- "Katia Corbett".
- "Ladrones de almas", (también es un blog joven, pero la historia está muy interesante).
- "Medievo".

martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo XVI. Una nueva vida empieza hoy (Parte 2)


Victoria
“What do you mean I don’t believe in God? I talk to him every day/
What do you mean I don’t support your system? I go to court when I have to/
What do you mean I can’t get to work on time? I got nothing better to do/
What do you mean I don’t pay my bills? Why do you think I’m broke? Huh?”
           
Aquella música, que mi madre no habría dudado en calificar como satánica, recorría cada fibra de mi ser, electrizando la sangre de mis venas, llenándolas de una energía, hasta entonces desconocida para mí. Sentía en aquellos instantes cada uno de los latidos de mi corazón. Cómo éste impactaba contra mi pecho, cómo me llenaba de vida. Sentía cómo aquella energía eléctrica se fundía con mi ser, atravesando las distintas capas de mi piel, hasta llegar al lugar más recóndito de mi alma.

Me pregunté entonces cómo había sido capaz de vivir durante toda mi vida sin aquella electricidad, sin aquel soplo de vida.

El bar de Marty se había ido llenando paulatinamente a lo largo de la noche. En aquellos momentos, habiendo pasado unos cuarenta minutos de la medianoche, ya no cabía allí ni un alfiler... Y Tom seguía sin dar señales de vida.

Mi tío no había tenido más opción que poner un disco de Megadeth para ir caldeando el ambiente hasta que el bajista del grupo llegara y el concierto pudiera comenzar por fin. Pero después de media hora de espera, los mismos miembros del grupo tenían serias dudas de que pudieran llegar a tocar una mísera canción aquella noche. El backstage era un hervidero de nervios e ira apenas contenida, que combinado con la furiosa música que sonaba fuera, creaba un ambiente que rozaba lo apocalíptico.   

— Como ese hijo de puta no aparezca en cinco minutos, me lo cargo. Juro por Dios que me lo cargo.
           
Afortunadamente, Rob era ateo, por lo que aquel juramento carecía de validez. Sin embargo, el guitarrista no era el único que estaba cabreado aquella noche…
           
— Entiendo que esté molesto por todo lo que ha pasado. Entiendo que se sienta traicionado y pisoteado y que quiera destriparme, pero dejar al grupo sin bajista en un concierto tan importante como éste, es sencillamente inaceptable.
           
— Tom no es tan rastrero, Leonard — terció Johnny —. Tú mejor que nadie lo sabes. Por muy cabreado que esté, no nos dejaría tirados, el grupo es lo más importante para él. Ha tenido que pasarle algo.

Rob recorrió a Johnny de arriba abajo con una mirada envenenada. Saltaba a la vista que el guitarrista echaba mucho de menos a Michael, el anterior batería del grupo, con el que según decía Leonard, se llevaba muy bien.

— Más le vale. Porque si no, se arrepentirá de habérnosla jugado.

Un escalofrío fiero como el acero me recorrió la espina dorsal. Algo me decía que Rob era más que capaz de llevar a cabo su amenaza, y que además, estaría encantado de hacerlo.

— ¡Chicos! — gritó Marty desde fuera del backstage — ¡Tom ya está aquí!

El aire llenó de nuevo mis pulmones. Leonard y Johnny respiraron también aliviados, pero Rob seguía con los músculos tan tensos como una barra de hierro. Se acercó a la puerta, y se quedó parado de pie ante ella, con los brazos cruzados, y el semblante de guerrero barbárico, esperando a que Tom asomara su cabeza, seguramente para poder arrancársela a mordiscos.

— Rob, Tom ya está aquí. Déjalo en paz y vamos a calentar…

— Deja de decirme lo que tengo que hacer, John — replicó, clavándole una mirada más propia de un miembro de la mafia que de un guitarrista —. Alguien tiene que poner en su sitio a este desgraciado.

Fue en el segundo en que la canción “Peace sells” llegó a su fin, cuando la puerta del backstage se abrió, dejando paso a un cansado Tom, que parecía sacado de una película de vampiros, con el cuello y las muñecas llenas de mordiscos y moratones. No, no eran moratones. Eran chupetones. Rob también reparó en ellos, y la mueca de ira y desprecio que desfiguraba su rostro se acentuó considerablemente.

— ¡¿Tom, dónde coño te habías…?!

— Rob, ahórrate tus ladridos esta noche, ¿de acuerdo? — lo interrumpió el bajista, alzando una mano en su dirección con gesto cansino — Esta noche no estoy de humor para tus chorraditas.

— ¡¿Mis chorraditas?! Encima de que llegas casi tres cuartos de hora tarde me dices que no estás…

— Rob, déjalo en paz. Ya está aquí y eso es lo que importa. No perdamos más tiempo y salgamos al escenario de una puta vez.

Leonard había hablado, y nadie cuestionaba al líder y cofundador de la banda cuando hablaba con ese tono tan suyo, entre arrogante y furioso. Ni siquiera un tío tan terco como Rob.

— Esto no ha terminado.

Sin embargo, a Tom poco le importó la amenaza de Rob, bien porque estaba más que acostumbrado a ellas, o bien porque aquella noche estaba demasiado cansado y amargado como para poder pensar con claridad. Se limitó a desenfundar su bajo y a recorrernos a Leonard y a mí con una escueta mirada, antes de salir del backstage en dirección al escenario.

— Este tío está muy raro — comentó Johnny con gesto preocupado.

— Después hablaremos con él — sugirió Leonard —. Ahora no tenemos tiempo que perder.

Dos segundos después, Johnny y Rob salieron del backstage, este último echando pestes sobre Tom y sobre la irresponsabilidad de los bajistas en general, y Leonard y yo nos quedamos por fin solos. El pelirrojo me recorrió con una ardiente mirada que me hizo enrojecer de placer, antes de rodearme fuertemente la cintura con su brazo derecho. Parecía que el enfado se le había pasado pronto…
           
— ¿Por qué no te quedas esta noche a dormir en casa? — sugirió con voz jadeante — Ya sabes, para celebrar lo del concierto y…

— ¿No habías dicho que no había tiempo que perder? — le recordé con una tímida sonrisa.
           
— Para ti siempre tengo tiempo, cariño — replicó, antes de inclinarse hacia mí y darme un tórrido beso —. Entonces, ¿te quedas a dormir esta noche en mi casa? — volvió a preguntar cuando nuestros labios se separaron.
           
— Tendré que preguntarle a Úrsula y…
           
— No le preguntes. Simplemente fuguémonos. Sería mucho más divertido…
           
— ¡Leonard! ¿Vienes ya o qué? — gritó Rob desde el otro lado de la puerta.
           
— ¡Ya voy! Joder, qué tío más pesao.
           
— Será mejor que te vayas, si no quieres cabrear más a Rob.
           
— Vale, pero sólo si me prometes que te quedarás esta noche a dormir conmigo.
           
El tono de súplica, sumado a sus ojitos de cordero degollado consiguieron acabar con mi resistencia. A pesar de que no sabía cómo iban a reaccionar mis tíos ante mi escapada nocturna, no pude evitar asentir con la cabeza.
           
— Me quedaré esta noche a dormir en tu casa. Pero hay un problema…
           
— ¿Cuál? — inquirió con impaciencia.
           
— No tengo pijama.
           
El pelirrojo soltó una sonora carcajada antes de replicar:
           
— ¿Y quién te ha dicho que lo vas a necesitar?
           
Tras aquella declaración de intenciones, Leo atrapó de nuevo mis labios en un ardiente beso, al tiempo que me acariciaba dulcemente el trasero.
           
— ¡Leonard! — gritó Rob de nuevo, devolviéndonos bruscamente a la realidad. Leonard soltó una maldición por lo bajo, antes de susurarme:
           
— Recuérdame que cuando acabe el concierto mate a este cabrón.
           
Después de darme un casto beso en la mejilla, ambos salimos fuera, él hacia al escenario, y yo hacia la barra, donde me esperaba mi tía Úrsula. Sin embargo, tras haber avanzado dos pasos en su dirección, me paré en seco. No podía ser cierto. Después de todo lo que había pasado, mi tía no podía estar hablando con ella.


Tom 
Sabía que tenía que afrontar la situación como un hombre, y eso era precisamente lo que había estado tratando de hacer durante los últimos cuatro días. Pero aquella mujer era puro fuego. Me subyugaba, me controlaba. Era inútil tratar de contenerla, porque era cien veces más fuerte que yo. Y mentiría si dijera que no me gustaba lo que me hacía. Si dijera que no disfrutaba de cada milésima de segundo que pasaba a su lado. Pero Diana era tan mortífera como la más peligrosa droga de diseño. Embriagadora, divertida, tremendamente adictiva, pero sobre todo, letal.
           
Ella parecía no cansarse nunca de mí. Aquélla había sido mi esperanza la mañana que desperté a su lado, completamente desnudo y en su cama. Pero se negaba a dejarme escapar. Todavía no podía comprender qué había visto aquella diosa heavy en un pringado como yo, pero era innegable que sentía una ardiente atracción hacia mí, que la hacía comportarse de una forma tremendamente posesiva conmigo. De nuevo en este caso, no puedo negar que en el fondo, me encantaba su actitud hacia mí.
           
— Tom, colega, ¿te encuentras bien? — me preguntó Johnny mientras subíamos al escenario — Pareces realmente agotado y… — se interrumpió abruptamente en esta parte de su sermón, para dirigir una elocuente mirada a los chupetones de mi cuello — Bueno, tú ya me entiendes…
           
— No te preocupes, Johnny. Estoy perfectamente bien.

“Demasiado bien, de hecho”.  

— Si necesitas hablar o lo que sea, aquí me tienes, colega.

Esbocé una media sonrisa ante sus palabras, al tiempo que le apretaba el hombro fraternalmente.

— Estar con Angela te ha hecho un hombre maduro, colega. Eso es innegable.

Johnny soltó una carcajada alegre, antes de asentir con la cabeza.

— Sí. Es maravillosa. Ojalá algún día tú también encuentres a alguien tan especial como ella.

“Cuidado con lo que deseas”, pensé con sarcasmo. Sin embargo, mis pensamientos se detuvieron súbitamente, al posarse mi mirada sobre la barra, donde segundos antes Úrsula había estado sola, tomándose una copa de martini. No pude evitar preguntarle a Johnny, con cierta estupefacción:

— ¿Qué hace ella aquí?


Angela
— Sé perfectamente que soy la última persona del mundo con la que te gustaría hablar en estos momentos, así como también sé que todo el sufrimiento por el que ha pasado mi familia no es suficiente motivo como para que me mires con mejores ojos, pero tienes que saber que durante esta última semana he estado reflexionando mucho. Y tú y Marty habéis sido los protagonistas de muchas de esas reflexiones — hice entonces una pausa para tomar aire y aclarar mis ideas, antes de continuar con mi discurso —. No pretendo que olvides todo lo que os hice, porque bien sé que eso es imposible. Mi actitud fue inexcusable y, sobre todo, grosera y bochornosa. Pero en aquellos momentos tenía un fuerte desequilibrio emocional, que todavía hoy estoy tratando de superar. Además, quiero que sepas que he cambiado. Ya no soy la adolescente amargada y mentalmente inestable de antaño. La muerte de mi padre y el apoyo de Johnny me han hecho madurar, y quiero creer que ahora soy una mejor persona.     

Úrsula me miraba intensamente, con abierta desconfianza. Lo cierto es que, después de todo lo que le había hecho en el pasado no podía reprocharle su actitud, pero aquella noche había ido hasta allí para que me perdonara, y sí o sí iba a conseguirlo.

— Sigo sin comprender qué es lo que buscas exactamente — terció Úrsula.

— Que me perdones — repliqué atropelladamente —. Quiero empezar una nueva vida, dejar atrás a la vieja Angela y tratar de ser feliz con la gente a la que quiero. Y para conseguir todo eso, primero necesito que me perdones.

Úrsula parecía conmovida por mis palabras. La tía de Victoria siempre había tenido fama de ser una mujer comprensiva, a pesar de su fuerte carácter, por lo que no me sorprendió demasiado lo que dijo a continuación.

— Siempre he sabido que no lo hiciste con malicia. Aunque la verdad es que tu disculpa me ha sorprendido gratamente. Jamás imaginé que la escucharía de tus labios.
           
— ¿Eso significa que me perdonas? — pregunté esperanzada.
           
— Por mí queda todo olvidado.