My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Capítulo XX. Game Over (Parte 1)

Buenas noches, chic@s, aquí os dejo con la parte 1 del capítulo 20. Sorry por haber tardado tanto en subirlo y tal. He incluido en este capítulo un minidiálogo en valenciano (o catalán o balear o como vosotros queráis llamarlo XDDDD), os dejo la traducción al final del todo. ¡Un beso!




Iuta
No sabía qué era lo que iba a encontrarme en casa de Emma, pero aún así, necesitaba escuchar la verdad de sus labios. Incluso aunque esa verdad fuera dolorosa.
           
Había sido muy dura con mi hermana y lo sabía, pero en aquellos momentos había estado demasiado nerviosa e histérica como para pensar con claridad. Y mucho menos como para tratar a Angela con la consideración que se merecía.
           
Y lo cierto es que la cordura todavía no había regresado de forma completa a mi mente. Me había saltado dos semáforos en rojo y a punto había estado de atropellar a una viejecita en un paso de cebra. Menos mal que la casa de Emma estaba relativamente cerca, porque en ese estado tan inestable, era el diablo sobre ruedas.
           
Bajé las ventanillas y puse la radio a tope en un intento por despejarme. En aquellos momentos deseé ser fumadora para poder calmar mis ansias asesinas con un maldito pitillo. Pero era demasiado responsable para eso. Siempre había sido demasiado jodidamente responsable. Y ahora el universo me castigaba por mi auto impuesta estupidez. La funesta voz de mi mente que siempre me reprochaba mis defectos, rio a carcajada limpia. Me lo tenía bien merecido, por idiota.
           
Desde que habíamos vuelto de nuestra escapada romántica, apenas había hablado con Emma durante más de diez minutos. Y la conversación siempre había girado en torno al mismo tema: mi padre. Yo era más que consciente de que nos estábamos distanciando, de que más que enfriarse, la relación se estaba congelando, pero no veía el modo de evitarlo. Estaba muy cansada ya como para seguir luchando. Y tal vez… Tal vez Emma estaba ya muy cansada de tener que lidiar conmigo y mis malditos problemas.
           
Sí, era más que probable que se hubiera liado con otra. Y yo no tenía derecho a reprochárselo. Yo ya no era la mujer de la que se enamoró, ahora no era más que un deshecho, una vaga sombra de lo que fui antaño, cuando iniciamos nuestra relación. Cuando mi padre todavía seguía vivo.
           
Frías lágrimas comenzaron a rodar por mi rostro, tan cortantes como diminutos trocitos de cristal. En poco menos de una semana mi mundo se había derrumbado ante mis ojos, y yo permanecía sentada de brazos cruzados, contemplando con impotencia como la gente seguía alegremente con sus vidas, mientras yo me hundía cada vez más en la oscuridad.
           
Aparqué mi destartalado descapotable frente a la vieja casa de los padres de Emma. Eran pasadas las seis y media, por lo que probablemente estarían cenando, pero no me importaba. Iba a aclarar toda aquella situación de forma inmediata.
           
Bajé del coche y lo cerré dando un sonoro portazo. No me hacia falta alzar la vista hacia la ventana del último piso para saber que Emma estaría asomada a ella, siguiendo fríamente cada uno de mis movimientos. Aquella mujer era un animal de costumbres fácilmente predecible.
           
Avancé a grandes zancadas hacia la puerta de entrada de la casa. Sentía el pedregoso suelo de grava crujir bajo mis botas, un sonido que en otro tiempo me había parecido sumamente relajante, pero que ahora perforaba mis oídos cual insoportable taladradora.
           
La madre de Emma me abrió la puerta principal incluso antes de haber llamado al timbre. Sin duda, me estaban esperando.
           
— Emma se encuentra un tanto indispuesta en estos momentos — me soltó, recorriéndome con una mirada desafiante y acusadora a un tiempo.
           
— No más que yo, se lo aseguro — repliqué con voz cortante, devolviéndole aquella mirada con otra de mi cosecha.
           
— Mamá, no pasa nada — se oyó su voz al fondo del pasillo —. Déjala pasar.

La vieja bruja apretó la mandíbula con tal fuerza, que casi temí que se rompiera los dientes, pero abrió un poco más la puerta, dejándome hueco para que pudiera pasar.
           
— Adelante.

La casa seguía tan impoluta como yo recordaba, debido al trastorno obsesivo-compulsivo de la señora Johnson. Lo cierto es que no podía culparla. Cuando una tiene una vida tan vacía y aburrida como la suya, no le queda otra que buscarse aficiones.
           
— Supongo que has venido a hablar sobre lo ocurrido con tu hermana. Y supongo también que ella te habrá contado por qué… me golpeó.
           
La vergüenza ardía en sus ojos, tan brillante como una hoguera en medio de la noche. A punto estuve de apiadarme de ella, pero cuando mi vista se clavó en su nariz, rota y cubierta por un rudimentario vendaje, el motivo por el que había ido hasta allí volvió bruscamente a mi mente.
           
— Sí — contesté con dureza —. Aunque no sé por qué, quería darte la oportunidad de explicarte. Estúpida de mí.
           
Emma cerró los ojos y tragó saliva con fuerza.
           
— No sé qué me pasó, Iuta. Esa mujer apareció en el bar y yo había tenido una mala noche…
           
— Habías tenido una mala noche — repetí, con la voz impregnada por la calma que precede a la más negra de las tormentas —. ¿Y yo qué? Yo no sólo he tenido una mala noche. ¡He tenido la peor semana de mi vida! ¿Significa eso que puedo tirarme a cualquier tía que se me ponga a tiro, pasándome tus sentimientos por el forro?
           
— Iuta…
           
Las lágrimas comenzaron a bañar su salvaje rostro. Aparté la mirada con asco. Era yo la que tendría que estar llorando. Era yo la que debería estar rota por dentro. Pero ya no me quedaban más lágrimas que derramar. Los ojos se me secaron en el momento en el que descubrí su macabro juego.

— Guárdate esas lágrimas de cocodrilo para la puta esa a la que te tiraste. Tal vez ella pueda darte más consuelo que yo.
           
— Iuta, por favor, no te vayas así, enfadada. Déjame que te explique…

— No estoy enfadada. Estoy dolida, decepcionada, me siento humillada… Te tienes bien merecido el golpe que te dio Angela. Y lo más deprimente de todo es que fui capaz de recriminarle lo que te había hecho, cuando ella fue la única que actuó en mi favor — solté una carcajada amarga —. La única que demostró que me quería y que me defendió.

— Lo sé, Iuta, y entiendo que lo hiciera, pero tienes que escucharme…

— No tengo nada que escuchar. Tú y yo hemos terminado.
           
Emma clavó su acuosa mirada, ahora teñida por la más absoluta sorpresa, en mi rostro. Seguramente se había creído que iba a olvidar lo que me había hecho y que todo volvería a ser como antes.
           
Me di la vuelta sin volver a mirarla ni una sola vez. Su madre continuaba parada, frente a la puerta principal, observando la escena con una mezcla de alivio y confusión. No entendía lo que había pasado entre su hija y la pareja de ésta, pero se alegraba de que yo ya no fuera a formar parte de su vida nunca más.


Anna
El cielo estrellado cubría el poblado con su oscuro manto de terciopelo aquella fría noche de invierno. Yo estaba tejiendo en mi alcoba un manta para el hijo que estábamos esperando. Nuestro primer hijo. Porque yo estaba segura de que sería un varón, lo había visto en mis sueños.
           
— Cariño — me saludó Thorsteinn entrando por la puerta, al tiempo que esbozaba una dulce sonrisa — ¿Cómo te encuentras hoy?
           
Yo alcé la vista hacia él, devolviéndole la sonrisa. Todavía no me podía creer que un hombre como aquél se hubiera casado conmigo.
           
— Sí, Thorsteinn. Mucho mejor.
           
Él ensanchó su sonrisa, y se acercó hacia a mí con pasos presurosos. Su larga melena dorada se agitaba con fuerza a cada zancada, haciendo que las finas trencitas en las que su cabello se retorcía, golpetearan contra su rostro. Parecía muy ansioso…
           
— No sabes cómo te he echado de menos hoy, mi amor susurró con voz melosa en mi oído, al tiempo que me acariciaba dulcemente el cuello.
           
— Yo a ti también, cariño.
           
— Eres lo mejor que me ha pasado en la vida — continuó diciendo, mientras me desabrochaba el vestido —. Siempre estaremos juntos.
           
— Siempre… — susurré, mientras le acariciaba las finas trenzas de su cabello.


Me incorporé en la cama de un salto, apartando de una patada las sábanas que me cubrían. El sueño había sido de lo más tierno, incluso había estado a punto de convertirse en erótico, pero ahora que había despertado, me resultaba desagradable y sobre todo, preocupante. 
           
Y el motivo de mi malestar no era otro que la identidad del protagonista de aquel sueño vikingo tan surrealista.
           
¿Por qué tenía que soñar con Rob? ¿Por qué no con Borja, el chelista de mi banda? O... ¿Con Tom?
           
Los fuertes golpes de mi padre sobre la vieja madera que conformaba la puerta de mi habitación me devolvieron de forma brusca a la realidad. Y por primera vez en toda mi vida, di gracias a que mi padre fuera tan sobreprotector conmigo.
           
— Filla, estàs bé?
           
Me aclaré la garganta, antes de contestar:
           
— Sí, pare. Només ha sigut un malson.
           
¡Y vaya si lo había sido!


Hans
Llevaba algo más de dos horas buscándola por toda la ciudad. Desesperado, incluso había ido a casa de Emma, pero su simpática madre me informó de que hacia como una hora que se había marchado de allí. La petulante sonrisa que coronaba sus labios me hizo comprender al instante, sin necesidad de más explicaciones, que la relación entre mi hermana y su hija se había terminado para siempre.

Mentiría ahora si dijera que no me sentí aliviado. Emma nunca me gustó para Iuta, y no sólo porque fuera una mujer. Creo que de algún modo siempre supe que acabaría haciendo daño a mi hermana, que algo en ella no andaba del todo bien. Al menos ahora Iuta se mantendría alejada de ella y de su tóxica influencia. Y no me cabía la menor duda de que acabaría superando aquella ruptura y encontrando a la persona adecuada para ella, fuera hombre o mujer.

Estaba empezando a anochecer. Las luces de las farolas se iban encendiendo mientras la ira comenzaba a hacer mella en mí. ¿Dónde diablos se había metido? Había recorrido cada oscuro rincón de aquella maldita ciudad sin hallar ni rastro de ella. Seguramente se había ido a dar uno de sus dichosos paseos con destino a ningún sitio, sin objetivo aparente. Sólo el de caminar por el mero placer de hacerlo.

Sí, seguramente después de un rato de paseo se habría cansado de caminar y habría vuelto a casa para refugiarse en los brazos de Angela y llorar a lágrima tendida, maldiciéndose por lo estúpida que había sido.

Satisfecho con aquella conclusión, estaba a punto de dar media vuelta y regresar a casa, cuando de repente se me vino a la mente un recuerdo de vital importancia. Iuta no había estado presente cuando nuestro padre falleció, ni tampoco el día de su entierro. Aquélla era precisamente la razón por la que había estado torturándose durante los últimos días. El sentimiento de culpa pesaba sobre ella como una losa y más ahora, que se había dado cuenta de que la persona por la que había dado la espalda a su familia y a sus responsabilidades, no era más que una zorra sin escrúpulos.

La había estado buscando en los lugares equivocados. Iuta no necesitaba estar sola en aquellos momentos. Necesitaba estar cerca de mi padre.



Texto en valenciano/catalán/balear:
"Filla, estàs bé?": Hija, ¿estás bien?      
"Sí, pare. Només ha sigut un malson.": Sí, papá. Sólo ha sido una pesadilla.
           

12 comentarios:

  1. Me ha encantado, por una vez en la vida Luta no se a dejado manipular por nadie, esta mujer cada día me gusta más. Y poco a poco vamos entendiendo más a Hans, que al fin y al cabo, lo único que quiere es proteger a su familia, me pregunto si encontrara el también a alguna chica. =)
    ¿Anna y Rob? No me lo puedo creer, se va a pillar justamente con el más borde de los cuatro chicos. Increíble.
    Me ha encantado el capitulo.
    Y no creas que ha sido un texto muy largo el de catalán/valenciano/balear. Solo son dos frases de nada xDDD
    Bueno eso, que espero el siguiente capitulo.


    Serela

    ResponderEliminar
  2. Me encanta :)
    Pero que zorrón es Emma, por favor...
    ¡No puedo con ella!

    ResponderEliminar
  3. Iuta ha sido demasiado buena, si yo hubiera sido ella, tras haberla dicho que habíamos terminado, hubiera pasado por la gasolinera y hubiera comprado un bidón para después, por la noche, prenderle fuego a la casa de Emma con su madre dentro y todo ¬¬ Qué odio de mujer Fhuuu.
    sobre Anna, creo que es normal. bueno, no es normal pero eso a mi me pasó una vez, hubo un chico que se puso borde conmigo y unas semanas después nos estábamos enrrollando en el parque XDD Es medianamente normal aunque preocupante XDD Y Hans.... ainsss se ha convertido en todo un hermano mayor. Nada que ver con las formas que tenía cuando empezó la historia =D Un capitulo genial amorcín!! ^^

    ResponderEliminar
  4. Luta, yo soy tú y le suelto una host**a en toda la cara a Emma-- ¬.¬"

    Hans..tirí tirí por fín se centra en su familia, a ayudar que todas estén bien. Ahora irá al..¿cementerio? Espero que Luta y él acaben llevándose bien, ambos se lo merecen.

    Publica pronto!
    Besitos<3

    ResponderEliminar
  5. Genial como siempree tiaaa :)
    Iuta por fín a cortado con la estúpida de Emma que es una gilipollas ññ y Hans ha demostrado lo que se preocupa por su family.
    Pero el sueño de Anna... no sé por qué pero lo veía venir jajaaj
    Un besito (L)

    ResponderEliminar
  6. La madre de Emma es una zorra, ahora entiendo cuando me preguntaste por los nombres vikingos, jejeje. Algo nuevo para dar intriga, mola.

    ResponderEliminar
  7. Sobre Iuta: Por fin ha abierto los ojos... aunque ha sido demasiado buena con ella, la verdad. Ojalá Emma reciba su merecido... y su madre me ha puesto de los nervios :/ se nota que son madre e hija ¬¬
    La parte de Anna: jaja ese nombre vikingo le pega bastante a Rob, la verdad.
    Y Hans... parece que después de todo es humano :)
    1 beso!

    ResponderEliminar
  8. Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuh, se me ha hecho cortísimo >-<
    Por fin Iuta se ha dado cuenta de lo z$?¡a que es Emma ¬¬, eso sí, me pareció fatal que tratara así a Angela D: con la genialosa chica que es.

    Por fin algo de Hans!! Me gustaría saber más de él, me parece muy interesante.

    POR CIERTO, me encanta la nueva imagen del cabecero *-*

    ResponderEliminar
  9. Wee, al fin encontré tiempo para leer, siento haber tardado tanto u.u
    Iuta a echo lo que tenia que hacer y me parece genial, que esas dos zorras madre e hija se aguanten entre ellas y dejen a los demás en paz.

    Rob, que pasote como vikingo e.e pero ya dije que Anna era muy poca cosa para él D: necesita un buen polvo o Anna no se lo podra dar a menos que sea una salvaje en el fondo xDD

    Espero ver más en los siguientes ^^

    ResponderEliminar
  10. Bueno al final he conseguido llegar, pero me ha costado más de una canción y no solo de LInking Park :P
    Me he alegrado qe Iuta mandase a Enma a tomar por saco, aunque le haya dolido tanto, pero eso es un mal menor, seguro que encontrará a alguien que sea mil veces mejor.
    En cuanto a Anna... uuuu... ya me la imagino con Rob... :P puede que la muchacha le quite la bordería jiji

    ResponderEliminar
  11. Me encanta la foto del principio nuevo, es total *-* Y el capítulo también. La pobre Iuta, la vida no hace más que darle palos, creo que no se lo merece, me da pena T_T y LO SABÍA! Anna acabará con Rob! Ese sueño ya lo dice todo ^^
    Siento (como siempre) pasarme tan tarde por aquí, lo mío no tiene perdón de nadie -.-'
    Espero el próximo ^^

    ResponderEliminar
  12. Me he quedado como la mayoría con la parte de Iuta, las excusas simples o extensas no curan las traiciones u.u
    ¿Haces eventos/imágenes de cuando actualizas los otrod blogs?

    ResponderEliminar