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"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

sábado, 10 de marzo de 2012

Relato de Kapy ^^

Bonsoir, mes petits amis! Ante todo me gustaría dar las gracias a todos aquellos que leísteis el último capítulo y me disteis vuestro apoyo. Os lo agradezco mucho, porque vuestra opinión y apoyo son muy importantes para mí. Bien, hoy os traigo un relato muy especial para mí porque es el segundo fanfic (además la misma semana que Adol subiera el primero) que hacen de mi historia. Éste corre a cargo de mi colega Kapy, que si os acordáis me basé en él para hacer el personaje de Dani, y para que os situéis un poco va a contar una escena ficticia entre su personaje y el de Armand. Procedo ahora a dejaros su relato (con el que me he divertido mucho leyéndolo) y con la introducción del propio Kapy). Merci beaucoup por el relato, Mr. Romero y espero que al resto de seguidores os guste el relato tanto como a mí. ¡Un beso!

Señoritas y señoritos seguidores de FFR, como sabéis la señorita Athenea va a tomarse un merecido descanso para reflexionar sobre la trama de esta gran obra que, a mi parecer y espero que al vuestro también, merece ser publicada por una editorial y tener su propia serie televisiva. Sabréis también que apareció hace poco un personaje llamado Dani que dio bastante guerra a Armand, que para mi fue una especie de regalo por parte de Athenea. Y ahora que vamos a pasar un tiempecito si saber de nuestros rockeros favoritos he decidido escribir esta especie de interludio a modo de pequeño homenaje para Athenea y su historia, espero que la disfrutéis. Y como dice la canción de Scorpions: The spirit of rock will never die!


Armand
Sonó el timbre mientras estaba enfrascado en un libro de Baudelaire, parecía que últimamente éste era mi único amigo, sonaba casi macabro que el poema que más me llenaba en ese momento fuera L’Ennemi. Sonó el timbre por segunda vez, me levanté con las piernas agarrotadas, tanto tiempo sentado en el sillón no me sentaba nada bien. Mientras me acercaba a la puerta solté un ligero “voy” y fui arrastrando los pies con desgana a la puerta. Al abrir encontré a un joven que vestía un desaliñado uniforme de correos, a sus pies descansaba un paquete que le llegaba aproximadamente a la rodilla.

-Buenos días, ¿Eres Armand?-dijo mientras pasaba de una mejilla a otra un chicle verde. Parecía que no le habían enseñado a tratar al cliente por su apellido, tal vez fuera un estudiante trabajando para pagarse los estudios.

-Oui, c’est moi- solté en un francés dejado, casi ininteligible.

-¿Perdone?

-Ah, lo siento, sí, soy yo.

-Vale, ¿puede hacerme usted el favor de echar una firmita aquí y aquí?-dijo señalando dos líneas de un papel que llevaba dentro de una carpeta

Tras firmar, el muchacho se quedó en el umbral con la mano derecha esperando una propina, le di un par de dólares que llevaba en el bolsillo del pantalón y se marchó satisfecho soltando un “au revoir” que me sonó como un puñetazo en el estómago.
Recogí el paquete y lo llevé al salón.

Me quedé mirando el paquete un rato, como temiendo a que explotara o esperando atravesarlo con la mirada. Finalmente me decidí a abrirlo y cuán grande fue mi sorpresa cuando vi entre un mar de bolitas de poliestireno que se trataba de un jarrón exacto al que destrocé en la pelea contra Hans y su amigo, al fondo de la caja había una nota que rezaba: “Hola, soy Dani, me recordarás como el puto borracho que irrumpió en tu apartamento para ponerte fino. Quisiera quedar contigo en el garito de siempre, ya sabes, el Hellfire, el sábado a las 23:00, supongo que no te fías de un menda, pero quisiera hablar en son de paz. Como decís los gabachos “à demain”.

Dani
Otra noche más en este jodido tugurio dando vueltas al chupito de Jack Daniel’s, supongo que este tipo de cuevas están hechas para perdedores como un servidor, que se avergüenzan de si mismos y que buscan algo de alcohol para intentar esconder la mierda que son y tal vez mirar el culo a alguna camarera de esas que cuando se dan cuenta te sueltan una hostia. Hablando de camareras, en ese momento apareció Iuta en al bar, estaba tan buena como siempre, pero se la notaba cansada. Al darse cuenta de que mi vaso estaba vacío se acercó a mi mesa sin reparar en mí.

-¿Le pongo algo?- preguntó mecánicamente.

-Mucho- dije pícaramente- pero me conformaré con una jarra de rubia bien fría.

-¡Tú! ¿Qué cojones haces aquí?, ¡creí que te habías largado a España!

-Tranquila tronca, no grites. No, no regresé, ya sabes que nunca volvería, por lo menos mientras me sigan vinculando con…bueno ya lo sabes.

-¿Dónde te has metido estos dos últimos meses?

-Bueno, me di de hostias con el pavo al que le levanté la burra a la puerta del Palm Three Club, un tal Big Brown, y he estado en la trena, me dejaron en libertad condicional porque el tal Big Brown apareció sin brazos y sin piernas en una calle de San Diego y no tenían pruebas para entrullarme de por vida.

-Joder… ¿Y que vienes a buscar? ¿Acaso no te quedaste a gusto cuando le dejaste la cara hecha un cromo a Armand?

-No, no me quedé a gusto, por eso he venido, he quedado con él aquí para disculparme.

-¿Te ha abducido el alien de Roswell o te estas quedando conmigo?

-No, te lo digo totalmente en serio.

- Está bien, una jarra de cerveza entonces ¿No?-dijo mientras se alejaba a por el pedido.

-¡Iuta! ¡Espera!, te he traído algo- dije entregándole una cajita- son unos pendientes, los vi y pensé que te quedarían bien, si no te gustan los puedes vender a buen precio en el centro.

-Vaya, gracias, son… muy bonitos, pero… no sé…

-Quédatelos, considéralo como parte de mi perdón por lo que pasó la última vez que nos vimos.

Justo en ese momento hizo aparición el señorito Armand, ese tío tiene el jodido don de la oportunidad. Me divisó en seguida y se acercó con actitud defensiva, intentando aparentar superioridad, pero estos tipos nunca consiguen estar los suficientemente seguros de sí mismos, lo sé por experiencia, así que decidí hablarle en mi mejor francés aprendido entre putas y maleantes en el Sacre Coeur de París durante mi primer exilio.

-Buenas noches Armand, siéntate por favor. Iuta, sírvele una copa de lo que pida.

Ellos dos se dirigieron una mirada un tanto perpleja y a la vez de complicidad, pero las únicas palabras que intercambiaron fueron “un gin tónic, por favor” y “en seguida vuelvo”

-Recibí su jarrón, ehm…gracias.

-Era la única forma que tenía de llamar tu atención, no tienes ni idea de la de vueltas que he podido dar a aquella noche. Por cierto me llamo Daniel, pero mis amigos me solían llamar Kapy, lo digo para que me tutees, me suena a tribunal, eso de que me traten de usted.

-Bien, Daniel, me estabas diciendo que le has dado muchas vueltas a la noche en la que Hans y tú- sobrecargando la sonoridad de ese “Tú”-irrumpisteis en mi casa atentando contra mi integridad física y emocional, sin contar con los destrozos en mi mobiliario.

-Si, te jodimos bien jodido y no estoy para nada orgulloso de…-en ese momento apareció Iuta con las bebidas y las posó en la mesa, pero no dijo nada.

-Gracias- dijo Armand. Y Iuta se alejó a servir a un par de borrachos que se encontraban en la barra.

-Como te iba diciendo, no estoy nada orgulloso de lo que hice, pero debes entender mi postura. Iuta y yo nos conocemos desde hace tiempo, cuando me dedicaba a romper las cuerdas de mi bajo con Hans, yo acababa de llegar a California y no conocía a nadie más, comprenderás que es como una hermana para mí. Esa noche estaba borracho y Hans me dijo que ibas a violarla. Por lo general no soy una persona impulsiva, pero cuando algo me toca directamente no me controlo y menos borracho, no pretendo utilizarlo como una excusa, pero es la verdad. Ya sabes mi versión.

-Esta bien, pongamos que te perdono, ¿Qué pretendes conseguir con mi perdón?

-Bueno, me gustaría contratarte, sé que eres abogado y que te formaste en La Sorbona, lo que te convierte en un buen abogado. También sé que no somos tan diferentes y que has sufrido bastante.

-¡Tú no tienes ni puta idea de mi vida!-dijo mientras se levantaba y dejaba caer la silla al suelo. Varios borrachos se pararon a mirar y por un momento sólo se escuchaba un tema de Led Zeppelin de fondo.

-¡No, no sé que tu padre era un putero sifilítico que hizo que tu madre se suicidara por no poder cargar con una culpa que no le pertenecía! ¡No sé que te tuviste criar sólo ni que diste mil vueltas por varios internados donde fuiste marginado socialmente haciendo que se generara en ti un sentimiento de apatía emocional que te hizo incapaz de establecer relaciones personales con la gente de tu entorno!-

Al parecer mis palabras le calmaron, o más bien le desmoralizaron. Se sentó y se metió el gin tonic de un trago.

-Yo…Tu… ¿Cómo…?-Balbuceó atónito por la cantidad de información que tenía sobre su vida. Creí que se iba a echar a llorar, pero su orgullo se lo impidió.

Cuando uno ha pasado en el lado oscuro tanto tiempo como yo, tiene contactos hasta en el infierno y acceso a un montón de archivos “secretos”.

-Mi padre era alcohólico, mató a mi madre una noche cuando yo sólo tenía diez años. Pasé los años siguientes en varios centros de menores en los que mi única compañía eran unos libros sobre comunismo y cintas de Asfalto y Leño. Cuando cumplí los 18 me uní al PCE, tuve varios problemas ya que me vincularon con ataques protagonizados por los GRAPO, con quienes no tuve ningún contacto y estuve perseguido por el GAL. Me exilié a Francia a un barrio que conocerás muy bien. Regresé a España a escondidas ya que supe que mi padre iba a salir de la cárcel. El día que salió fui a visitarle a su apartamento y le maté a sangre fría, no me reconoció cuando me dejó entrar. Después vine a América y el resto es de sobra conocido.

-¿Por qué me cuentas esto?

-Porque ahora mismo estoy a punto de ser juzgado y me enfrento a la jodida pena de muerte. Y tú eres el único abogado que conozco.

Saqué dos papeles de mi chupa de cuero y se los mostré.

-Mira, el primer papel es una denuncia en la que, a tu nombre, me denuncias por la invasión a tu casa y a tu persona, firma y no volverás a verme nunca más. El segundo es una carta en la que te pido que seas mi abogado y con la que pretendo que seamos amigos.

Tras varios minutos de reflexión, Armand cogió un cigarro mal apagado del cenicero y quemó la denuncia.

-Te defenderé.

Iuta llegó con la cuenta (que yo nunca pagaba) y Armand sacó su cartera, una cartera muy bonita, el día que entré en su casa tuve la intención de robarla, pero se me olvidó. Me miró como esperando que le frenara, pero finalmente pagó él.

5 comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalaaaaa que chulo jjajjaj me ha gustado el finalazo con sorpresa. Al principio me ha echo mucha gracia lo de au revior como puñetazo en el estómago pero lo de levantarle la burra al otro ha sido un puntazo. Muy bueno el relato chavalines, sin duda somos dos buenos seguidores, va a estar dificil superar esto después de leer el otro fanfic. Chico roquero que se redime y pide el perdón. sinceramente Kapy, insuperable.

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  2. LOL
    Es todo inventiva o Athenea te ayudo para saber cosas sobre la infancia de los personajes? me he quedado pilladisima con los dos. La historia de Armand es trágica y cuadra muy bien con él y la historia de Dani también me ha gustado aun que me parece algo exagerado el tio que aparece sin piernas ni brazos.
    La verdad es que me ha gustado mucho el fic ^^

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    1. pues la verdad es que le interrogué a Athenea sobre la vida de Armand para hacerme un perfil psicológico del personaje, me alegro de que te haya gustado

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  3. Hola de nuevo!! Me ha encantado con la naturalidad que Kapy ha escrito sobre tus personajes, me pregunto lo mismo que Chibigami sobre si te ayudó Athenea o no, si es así felicidades pues has conseguido plasmar parte del encanto de Fight For Rock (el otro encanto son los romances tormentosos XD)y si no es así doblemente felicidades pues no es fácil sacar tanta información de una cabeza y más teniendo la historia tan montada cmo la tiene =) Me ha gustado mucho y que lo contara desde dos puntos de vista me ha gustado más ^.^ Un besote enorme a ambos!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Athenea me contó grossso modo la vida de Armand y basándome en su actitud durante la historia hice unperfis psicológico del personaje y segun parece me ha salido bastante bien jajaj

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