My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

lunes, 11 de abril de 2011

Capítulo IV. Anagnórisis (Parte 2)

— Tía Úrsula, no me apetece ir al bar esta noche. Estoy muy cansada y me duele la cabeza.
           
Sí, lo sé. Éste es el típico tópico de las excusas femeninas, cuando no nos apetece hacer alguna cosa. Pero ¿qué queréis que os diga? En aquel momento no se me ocurrió ninguna mejor.
           
— Cariño, ya sé que la otra noche fue muy dura para ti, pero Tom y Leonard son unos chicos encantadores. La pelea que tuvieron con Hans fue un hecho puntual, que no volverá a repetirse. Al menos no en nuestro bar…
           
Úrsula había pronunciado aquella última frase con conocimiento de causa. Por supuesto que no iban a producirse más peleas con Hans de por medio. Porque Hans no iba a volver a pisar el bar.
           
Aquel pensamiento trajo a mi memoria el recuerdo de la discusión con Iuta en la cafetería, aquella misma mañana. Sus lágrimas, sus reproches… Y después su expresión, humillada y abatida cuando Leonard la había puesto en su sitio. No podía ir al bar aquella noche. Porque si lo hacía, lo único que iba a recibir a cambio, serían los insultos y los ataques de aquella mujer, que, a mi juicio, no era más que una desequilibrada mental. Una desequilibrada mental, que se había tirado al chico que me gustaba, nada menos.
           
— No… No es por ellos, tía. De verdad. Es que no me encuentro bien.
           
La tía Úrsula se quedó mirándome con una cara de preocupación de lo más maternal. De nuevo, se estaba excediendo en su papel de tía “enrollada” y “guay”. Y lo cierto es que a mí me encantaba. Porque por primera vez en mucho tiempo, sentía que le importaba a alguien.
           
— En ese caso, nos quedáremos las dos en casa. Haremos palomitas de maíz, veremos películas y cotilleáremos álbumes de fotos viejos — concluyó con entusiasmo.
           
— Ah… No, tía, no hace falta que te quedes. Seguramente querrás estar en el bar con Marty, ayudándolo y eso…
           
— Vicky — me interrumpió —. Tienes que dejar de ser tan insoportablemente responsable, o de lo contrario, jamás serás feliz — tras decir esto, soltó un largo suspiro, antes de añadir —: Por desgracia, tu madre jamás llegó a llevar a la práctica este consejo. Y ahora tú estás aquí, para evitar caer en los mismos errores de tu progenitora.
           
Tras soltarme este insólito discurso, me dedicó una alegre sonrisa, antes de preguntarme, llena de júbilo:
           
— ¿Has visto alguna vez “Desayuno con diamantes"?
           
Aproximadamente las dos horas y media siguientes nos las pasamos viendo la susodicha película, y atiborrándonos de palomitas de maíz. Tengo que admitir que nunca había visto a nadie comer tanto, como aquella noche. ¡Mi tía Úrsula comía por cuatro!
           
“¿Cómo es posible que coma tanto y esté tan delgada?”, me pregunté, no sin albergar una cierta envidia por el metabolismo de mi tía. 
           
Cuando la película acabó, Úrsula me sugirió que fuéramos a su cuarto a ver algunas fotos antiguas de ella y mi madre, cuando eran pequeñas. Yo acepté encantada, pues en aquel momento me pareció una idea divertida de pasar la noche.
           
— Ésta es tu madre, en su primer día de clase — me indicó, señalando con su dedo índice una foto en blanco y negro, donde se veía a una niña, de unos cuatro años, con el pelo rizado y suelto, que le sonreía a la cámara de forma coqueta.
           
— Mírala — continuó entonces mi tía —. Lo mona que era entonces, y lo…
           
En ese preciso instante, se calló.
           
— Yo… Lo siento. Es tu madre, al fin y cabo.
           
Yo asentí con la cabeza, en señal de conformidad. Fuera lo que fuera lo que había estado a punto de decir sobre mi madre, seguramente era cierto.
           
— Ésta soy yo, el día de mi primera comunión — anunció sonriente —. Lo cierto es que, si tuviera que hacerlo ahora mismo, seguramente me negaría en redondo. Ya sabes, una crece, evoluciona, madura, y se da cuenta de que la Iglesia Católica está tan hasta arriba de mierda que…
           
De nuevo, volvió a interrumpirse. Yo era totalmente consciente de que sólo hacia esos esfuerzos por contenerse porque yo estaba presente. Seguramente tenía miedo de escandalizarme con sus palabras. Si ella supiera, que mi padre decía cosas cien veces más horribles que aquéllas…
           
— Bueno, lo que quiero decir es que aunque sigo creyendo en Dios, por supuesto, porque en algo hay que creer, la Iglesia Católica me parece una institución obsoleta, desfasada, y sobre todo, corrupta y llena de prejuicios. ¿Por qué tienen que negarse, por ejemplo, a que dos personas del mismo sexo se casen? ¿Acaso una unión de este tipo les hace algún mal? ¡No! Pero el caso es tener controlada a la sociedad. En vez de “amar al prójimo”, parece que su máxima sea más bien “joder al prójimo”.
           
“Mi tía debería ser presidenta”, pensé, con verdadera admiración. Durante toda mi vida, mi madre se había encargado de inculcarme una serie de principios morales, que, a pesar de que nunca había compartido, o ni tan si quiera comprendido, siempre había respetado. Ahora, sin embargo, mi tía me estaba abriendo la puerta a todo un nuevo mundo de posibilidades. No había que aceptar sin más las normas y convenciones morales de una sociedad corrupta y decadente. Había que ir más allá.
           
— ¿Quién es este chico? — pregunté, señalando una foto en la que salía Úrsula con un chico muy guapo, en lo que parecía su fiesta de graduación.
           
Sin embargo, un segundo después de haber formulado la pregunta, me arrepentí de haberlo hecho. Úrsula cerró la tapa del álbum de fotos con vehemencia, sin apenas darme tiempo a apartar la mano.
           
— Es tarde — anunció —. Será mejor que nos vayamos a dormir.
           
Yo asentí con la cabeza, me levanté de la cama y le di un beso de buenas noches a mi tía, antes de salir de su habitación. Seguramente os preguntaréis porque no insistí más en averiguar quién era el chico en cuestión. Bien, it’s very simple: si algo había aprendido durante los años de convivencia con mi madre, era que a veces, es mejor no presionar a la gente, si no quieres salir mal parado. Si Úrsula había reaccionado de aquel modo ante la mención de aquel chico, sería porque tenía motivos para hacerlo. Y yo no era quién para inmiscuirme en sus asuntos.
           
Así pues, me fui a dormir aquella noche con la sensación de que algo oscuro había en el pasado de mi tía. Algo, tan fuerte y doloroso, que la había convertido en una persona descreída con la vida y la sociedad. Y no sé por qué me daba en la nariz que muy pronto iba a descubrir qué era ese algo.

           
El sonido del timbre volvió a despertarme a la mañana siguiente. Aquélla estaba empezando a ser una costumbre de lo más molesta. Estaba a punto de levantarme para ir a abrir la puerta, cuando oí la voz de mi tío Marty gritar desde el piso de abajo:
           
— ¿Quién es?
           
— ¡Tommy y Leo! — replicó el pelirrojo a voz en grito.
           
Lo siguiente que escuché fue cómo Marty les abría la puerta de entrada.
           
— ¡Victoria! — oí que me llamaba Tom desde las escaleras — ¡Despierta, dormilona, y vente con nosotros a desayunar!
           
“¿Otra vez a desayunar con vosotros? Sí, claro, por qué no. Después de todo, no me pueden humillar más de lo que ya lo hicieron ayer por la mañana”.
           
— ¡Voy! — repliqué, al tiempo que me levantaba pesadamente de la cama.
           
La noche anterior, al irme a dormir, había cerrado la puerta de la habitación, pero no con pestillo, pensando que a nadie se le iba a ocurrir invadir mi intimidad… ¡Qué gran error por mi parte!
           
Cinco segundos después, Tom apareció en el vano de la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
           
— ¡Buenos días! — me saludó alegremente, como si fuera lo más normal del mundo colarse en mi habitación, sin haber sido invitado previamente.
           
— ¡Ey, Vicky! — se oyó la voz de Leonard, detrás de Tom — ¿Estás visible?
           
           
Aquella pregunta me dejó literal y totalmente sin palabras. ¿Cómo se atrevía a hacer aquella pregunta tan descarada a una chica a la que apenas conocía? Claro que, mirándolo bien, al menos él había tenido la consideración de no entrar sin más en mi habitación. 
           
— Esto… Chicos, ¿por qué no me esperáis fuera, eh?
           
En ese momento, Leonard se decidió a entrar en el cuarto.
           
— Umm — gimió cuando fijo la vista en mí —, me gusta mucho tu pijama con gatitos. Es muy sexy.
           
Yo me puse roja en aquel mismo instante. Definitivamente aquellos dos eran un caso perdido… Y me tocaba a mí aguantar sus “chorraditas”.
           
— ¿Es que no habéis oído lo que os he dicho? — aquellos frikies estaban empezando a irritarme de verdad.
           
— ¿Eh? — replicó Tom — ¡Ah, sí, claro! Ahora nos vamos. Por cierto, Marty nos ha invitado ha desayunar en el bar. Te esperamos bajo.
           
Tras decirme esto último, ambos salieron de la habitación, dejándome aún más confundida que antes. No sólo esos dos heavies estaban locos. También lo estaba mi tío.
           
Media hora después, estábamos de nuevo en el bar. Había pocos clientes aquella mañana, algo normal, teniendo en cuenta que era de día.
           
— Leonard, ¿cómo van las cosas con Iuta? — oí que le preguntaba Marty al pelirrojo. Sin quererlo, (bueno, ¿a quién quiero engañar? ¡Sí que quería!) no pude evitar escuchar su breve conversación.
           
— No quiero hablar del tema, Marty — contestó tajante.
           
— Ya sabes que ella…
           
— ¿Que ella me utilizó? Sí, eso ya lo sé, Marty.         
           
— No era eso lo que iba a decir — se apresuró a contestar mi tío.
           
— Si te soy sincero, tío, me da igual lo que tengas que decirme sobre Iuta.
           
Así que la rubia le había hecho daño de verdad.
           
— ¡Ya era hora, Marty! — se oyó una voz femenina desde la barra, que cortó de repente la conversación. Por suerte para Leonard.
           
Todos nos dimos la vuelta hacia el lugar de dónde procedía la voz, y ante nosotros apareció una mujer, que nos observaba desde la barra con los brazos en jarras.
           
— Emma, lo siento — se disculpó Marty —. Me encontré a Tom y a Leonard por el camino, y nos hemos retrasado un poco.
           
Cuando oyó mencionar sus nombres, la tal Emma recorrió a mis amigos con una mirada desdeñosa.
           
“Sí, es obvio que no le caen demasiado bien”, pensé con sorna.
           
Como si aquella desconcertante mujer hubiese leído mis pensamientos, desvió su mirada de mis amigos hacia mí. Su mirada despectiva no hizo sino acentuarse.
           
— Tú debes de ser Victoria — me dijo, escupiendo mi nombre con corrosivo desprecio.

12 comentarios:

  1. Wow. Que raro se me hace ser la primera en una entrada tuya. Normalmente soy la última con todo el rollo de que no tengo tiempo, pero bueno...

    No voy a repetirme con eso de que no suelo leer historias con esta temática, porque ya estarás harta de leerme poner eso, que no quita el hecho de que sea verdad, todo sea dicho. Lo que si te digo, es que eso es un gran logro.

    Has conseguido engancharme a este mundillo de Victoria y todos los personajes que la componen, que por cierto, opino que sabes cómo darle juego a cada uno de ellos, le das el protagonismo que necesitan en cada entrada, el justo para que nosotros lo asimilemos y querramos más de ellos. Admiro la forma en la que consigues introducirlos. Incluso admiro más eso que otros muchos aspectos de tú escritura. Y realmente escribes muy bien.

    Quitando ya el hecho de lo que admiro, me gustan los diálogos, son graciosos y la forma de pensar de Victoria me recuerda a mi mejor amiga, es que leo y la estoy viendo a ella. Me resulta muy curioso. La historia está yendo por un camino en el cuál nos tienes en ascuas, creo que a casi todas, nos dejas en vilo y queremos saber mucho más. Me incluyo.

    Podría ponerme a decir que a veces en según que partes siento que te repites un poco, pero vamos, nada del otro mundo. Y después, no me voy a poner a buscar faltas de ortografía o comeduras de palabras, porque me lo leí hace un rato y si las tenías, no me acuerdo, ese es trabajo de "Katia Corbett/Sun Burdock", que me hace mucha gracia que se tome la molestia de hacerlo, me gusta leerlo.

    Y ya me he enrollado como una persiana, lo último que diré será que me encantan Leonard y Tom, son únicos y me chifan.

    Enhorabuena por todo.

    Un saludo^^

    ResponderEliminar
  2. Creo que nadie va a superar el comentario de arriba xD Pero al menos pondré mi aportación...
    El capitulo a estado genial, y si que ha habido alguna que otra falta, pero como lo leí anoche, no me acuerdo en donde están... xD
    Me encantó el descaro de Tom al entrar en la habitación de Vicky xD Y lo momo que sale Leonard cuando pregunta si esta visible xD
    No tengo tiempo para ponerte todas las cosas que me han hecho gracia y me han gustado, lo que te diré, es que la última persona que sale, me da escalofríos xDD Espero equivocarme, pero Victoria, no lo va a tener fácil xD

    Un besazo, espero el siguiente muy pronto (tanto de este blog como del otro ;))

    Adiós ^^

    ResponderEliminar
  3. Heyy, al fin sale la tal Emma, que desde que la tienes puesta en la encuesta me tenia intrigada aun que ahora parece una persona un poco odiosa...

    ¡Al fin, un capitulo largo! El anterior me lo acabe enseguida y me quede en plan "¿ya?" pero este esta chulo cada vez me gusta más Tom y me hace gracia Leo aun que hay algo de él que no me termina de gustar... en fin.

    En cuanto a las faltas, yo me lo acabo de leer y hay una que si que me esta diciendo "corrigeme" xD
    Cuando estan viendo el albun de fotos Tia Ursula dice: "Ésta es tu madre, en su primer díada clase" y es " en su primer día de clase".
    Bueno por las demás no tengo muchas pegas así que sigue así y publica capitulos largos ^^
    PD: Iuta me ha decepcionado un poco, anda que usar a Leo...

    ResponderEliminar
  4. Jo, a mí me gustaba Iuta, yo que pensaba que Victoria y ella iban a hacerse amigas, que aún se podía arreglar lo del despido y todo eso... bueno, espero que con Emma vaya mejor la cosa, aunque la verdad es que tiene bastante pinta de bruja...

    ResponderEliminar
  5. Por fin, la dichosa Emma! Digo igual que Chibigami, la tenías puesta en la encuesta y yo pensando ¿Me habré saltado algo en la historia?

    Y luego, Desayuno con Diamantes mm me encanto esa película, sale Audrey Hepburn ^^

    Y bueno, ahora otro punto, ¿Por qué esa mirada de desprecio?

    Publica pronto Athenea.
    Besos!

    ResponderEliminar
  6. Siiii Úrsula for president!!!! XDD Me encata la tía, en serio es el personaje más carismático de lo que llevo leido ;) Así que Iuta le rompió su corazoncito?? impresionante... ¿Y quién era ese chico misterioso de la foto? ainsss que de preguntas sin respuesta XDD Muy buen capítulo y gracias por la felicitación ^^ Eres un soleteee!! Muaaacks!

    ResponderEliminar
  7. Por fin me he podido poner al día con tu historiaaa! Me encanta, es genial!
    Espero un nuevo capítulo prntoo! :)
    Un besazoo de la escritora de Claro de Luna (L)

    ResponderEliminar
  8. Athenea, veo que llego tarde, pero quería decirte que no te he visto nigún error, (ya puedes respirar XD) y de que -repito- me encanta tu historia. No sé, es la forma que tienes de narrarlo, los personajes, los diálogos... ¡TODO!
    PUBLICA PRONTO.

    ResponderEliminar
  9. Bueno, chicas, me alegro mucho de que os guste la historia, de verdad. Lo cierto es que, sí, Leonard tiene un lado oscuro, cierto. Y también es cierto que Iuta no se ha portado del todo bien con él... aunque ya veréis por qué más adelante. Esther, a mi Úrsula también me encanta. Creo que es mi personaje favorito de la historia, y a partir de ahora voy a contar más cosas sobre su historia personal. En cuanto pueda, espero que más pronto que tarde, publicaré un nuevo capítulo. ¡Un beso, y muchas gracias a toda por leer!

    ResponderEliminar
  10. Leído :) Ya sabes, te digo lo de siempre, que me gusta tanto la historia como la narración :) Estoy intrigada por saber el pasado de Úrsula... y, en cuanto a Emma, la verdad es que no la había visto ni en la encuesta, me fui directa a votar a Tom xDD, ya veremos cómo es...
    un beso!

    ResponderEliminar
  11. Bueno llegamos al momento supremo en que la sobrina descubre la foto de un tío ¿un amor disputado entre las dos hermanas? ¿la causa de su ruptura? Como me mola. Y bueno lo de Iuta estaba claro que ambos darían su propia versión pero lo que no me cuadra es esa animadversión que la tal Emma tiene por Victoria. ADOL

    ResponderEliminar
  12. En serio, me he enganchado a tu historia. Esta genial. Explicas super bien la forma en la que se siente Victoria al principio, cuando le parece que no va a encajar. Los personajes son bestiales, sobre todo Tom y Leonard (me encanta el nombre del cantante, por cierto xD)
    Sigue así, dejo de leer aquí, aunque me quedo con ganas de más. Seguiré leyendo muy pronto.
    Un beso y mil disculpas por haberme pasado por aquí tan tarde ;)

    ResponderEliminar