My Playlist

Translate

"When I hear the music, all my troubles just fade away/ When I hear the music, let it play, let it play",

"Let it Play" by Poison.

martes, 16 de agosto de 2011

Capítulo XVI. Una nueva vida empieza hoy (Parte 2)


Victoria
“What do you mean I don’t believe in God? I talk to him every day/
What do you mean I don’t support your system? I go to court when I have to/
What do you mean I can’t get to work on time? I got nothing better to do/
What do you mean I don’t pay my bills? Why do you think I’m broke? Huh?”
           
Aquella música, que mi madre no habría dudado en calificar como satánica, recorría cada fibra de mi ser, electrizando la sangre de mis venas, llenándolas de una energía, hasta entonces desconocida para mí. Sentía en aquellos instantes cada uno de los latidos de mi corazón. Cómo éste impactaba contra mi pecho, cómo me llenaba de vida. Sentía cómo aquella energía eléctrica se fundía con mi ser, atravesando las distintas capas de mi piel, hasta llegar al lugar más recóndito de mi alma.

Me pregunté entonces cómo había sido capaz de vivir durante toda mi vida sin aquella electricidad, sin aquel soplo de vida.

El bar de Marty se había ido llenando paulatinamente a lo largo de la noche. En aquellos momentos, habiendo pasado unos cuarenta minutos de la medianoche, ya no cabía allí ni un alfiler... Y Tom seguía sin dar señales de vida.

Mi tío no había tenido más opción que poner un disco de Megadeth para ir caldeando el ambiente hasta que el bajista del grupo llegara y el concierto pudiera comenzar por fin. Pero después de media hora de espera, los mismos miembros del grupo tenían serias dudas de que pudieran llegar a tocar una mísera canción aquella noche. El backstage era un hervidero de nervios e ira apenas contenida, que combinado con la furiosa música que sonaba fuera, creaba un ambiente que rozaba lo apocalíptico.   

— Como ese hijo de puta no aparezca en cinco minutos, me lo cargo. Juro por Dios que me lo cargo.
           
Afortunadamente, Rob era ateo, por lo que aquel juramento carecía de validez. Sin embargo, el guitarrista no era el único que estaba cabreado aquella noche…
           
— Entiendo que esté molesto por todo lo que ha pasado. Entiendo que se sienta traicionado y pisoteado y que quiera destriparme, pero dejar al grupo sin bajista en un concierto tan importante como éste, es sencillamente inaceptable.
           
— Tom no es tan rastrero, Leonard — terció Johnny —. Tú mejor que nadie lo sabes. Por muy cabreado que esté, no nos dejaría tirados, el grupo es lo más importante para él. Ha tenido que pasarle algo.

Rob recorrió a Johnny de arriba abajo con una mirada envenenada. Saltaba a la vista que el guitarrista echaba mucho de menos a Michael, el anterior batería del grupo, con el que según decía Leonard, se llevaba muy bien.

— Más le vale. Porque si no, se arrepentirá de habérnosla jugado.

Un escalofrío fiero como el acero me recorrió la espina dorsal. Algo me decía que Rob era más que capaz de llevar a cabo su amenaza, y que además, estaría encantado de hacerlo.

— ¡Chicos! — gritó Marty desde fuera del backstage — ¡Tom ya está aquí!

El aire llenó de nuevo mis pulmones. Leonard y Johnny respiraron también aliviados, pero Rob seguía con los músculos tan tensos como una barra de hierro. Se acercó a la puerta, y se quedó parado de pie ante ella, con los brazos cruzados, y el semblante de guerrero barbárico, esperando a que Tom asomara su cabeza, seguramente para poder arrancársela a mordiscos.

— Rob, Tom ya está aquí. Déjalo en paz y vamos a calentar…

— Deja de decirme lo que tengo que hacer, John — replicó, clavándole una mirada más propia de un miembro de la mafia que de un guitarrista —. Alguien tiene que poner en su sitio a este desgraciado.

Fue en el segundo en que la canción “Peace sells” llegó a su fin, cuando la puerta del backstage se abrió, dejando paso a un cansado Tom, que parecía sacado de una película de vampiros, con el cuello y las muñecas llenas de mordiscos y moratones. No, no eran moratones. Eran chupetones. Rob también reparó en ellos, y la mueca de ira y desprecio que desfiguraba su rostro se acentuó considerablemente.

— ¡¿Tom, dónde coño te habías…?!

— Rob, ahórrate tus ladridos esta noche, ¿de acuerdo? — lo interrumpió el bajista, alzando una mano en su dirección con gesto cansino — Esta noche no estoy de humor para tus chorraditas.

— ¡¿Mis chorraditas?! Encima de que llegas casi tres cuartos de hora tarde me dices que no estás…

— Rob, déjalo en paz. Ya está aquí y eso es lo que importa. No perdamos más tiempo y salgamos al escenario de una puta vez.

Leonard había hablado, y nadie cuestionaba al líder y cofundador de la banda cuando hablaba con ese tono tan suyo, entre arrogante y furioso. Ni siquiera un tío tan terco como Rob.

— Esto no ha terminado.

Sin embargo, a Tom poco le importó la amenaza de Rob, bien porque estaba más que acostumbrado a ellas, o bien porque aquella noche estaba demasiado cansado y amargado como para poder pensar con claridad. Se limitó a desenfundar su bajo y a recorrernos a Leonard y a mí con una escueta mirada, antes de salir del backstage en dirección al escenario.

— Este tío está muy raro — comentó Johnny con gesto preocupado.

— Después hablaremos con él — sugirió Leonard —. Ahora no tenemos tiempo que perder.

Dos segundos después, Johnny y Rob salieron del backstage, este último echando pestes sobre Tom y sobre la irresponsabilidad de los bajistas en general, y Leonard y yo nos quedamos por fin solos. El pelirrojo me recorrió con una ardiente mirada que me hizo enrojecer de placer, antes de rodearme fuertemente la cintura con su brazo derecho. Parecía que el enfado se le había pasado pronto…
           
— ¿Por qué no te quedas esta noche a dormir en casa? — sugirió con voz jadeante — Ya sabes, para celebrar lo del concierto y…

— ¿No habías dicho que no había tiempo que perder? — le recordé con una tímida sonrisa.
           
— Para ti siempre tengo tiempo, cariño — replicó, antes de inclinarse hacia mí y darme un tórrido beso —. Entonces, ¿te quedas a dormir esta noche en mi casa? — volvió a preguntar cuando nuestros labios se separaron.
           
— Tendré que preguntarle a Úrsula y…
           
— No le preguntes. Simplemente fuguémonos. Sería mucho más divertido…
           
— ¡Leonard! ¿Vienes ya o qué? — gritó Rob desde el otro lado de la puerta.
           
— ¡Ya voy! Joder, qué tío más pesao.
           
— Será mejor que te vayas, si no quieres cabrear más a Rob.
           
— Vale, pero sólo si me prometes que te quedarás esta noche a dormir conmigo.
           
El tono de súplica, sumado a sus ojitos de cordero degollado consiguieron acabar con mi resistencia. A pesar de que no sabía cómo iban a reaccionar mis tíos ante mi escapada nocturna, no pude evitar asentir con la cabeza.
           
— Me quedaré esta noche a dormir en tu casa. Pero hay un problema…
           
— ¿Cuál? — inquirió con impaciencia.
           
— No tengo pijama.
           
El pelirrojo soltó una sonora carcajada antes de replicar:
           
— ¿Y quién te ha dicho que lo vas a necesitar?
           
Tras aquella declaración de intenciones, Leo atrapó de nuevo mis labios en un ardiente beso, al tiempo que me acariciaba dulcemente el trasero.
           
— ¡Leonard! — gritó Rob de nuevo, devolviéndonos bruscamente a la realidad. Leonard soltó una maldición por lo bajo, antes de susurarme:
           
— Recuérdame que cuando acabe el concierto mate a este cabrón.
           
Después de darme un casto beso en la mejilla, ambos salimos fuera, él hacia al escenario, y yo hacia la barra, donde me esperaba mi tía Úrsula. Sin embargo, tras haber avanzado dos pasos en su dirección, me paré en seco. No podía ser cierto. Después de todo lo que había pasado, mi tía no podía estar hablando con ella.


Tom 
Sabía que tenía que afrontar la situación como un hombre, y eso era precisamente lo que había estado tratando de hacer durante los últimos cuatro días. Pero aquella mujer era puro fuego. Me subyugaba, me controlaba. Era inútil tratar de contenerla, porque era cien veces más fuerte que yo. Y mentiría si dijera que no me gustaba lo que me hacía. Si dijera que no disfrutaba de cada milésima de segundo que pasaba a su lado. Pero Diana era tan mortífera como la más peligrosa droga de diseño. Embriagadora, divertida, tremendamente adictiva, pero sobre todo, letal.
           
Ella parecía no cansarse nunca de mí. Aquélla había sido mi esperanza la mañana que desperté a su lado, completamente desnudo y en su cama. Pero se negaba a dejarme escapar. Todavía no podía comprender qué había visto aquella diosa heavy en un pringado como yo, pero era innegable que sentía una ardiente atracción hacia mí, que la hacía comportarse de una forma tremendamente posesiva conmigo. De nuevo en este caso, no puedo negar que en el fondo, me encantaba su actitud hacia mí.
           
— Tom, colega, ¿te encuentras bien? — me preguntó Johnny mientras subíamos al escenario — Pareces realmente agotado y… — se interrumpió abruptamente en esta parte de su sermón, para dirigir una elocuente mirada a los chupetones de mi cuello — Bueno, tú ya me entiendes…
           
— No te preocupes, Johnny. Estoy perfectamente bien.

“Demasiado bien, de hecho”.  

— Si necesitas hablar o lo que sea, aquí me tienes, colega.

Esbocé una media sonrisa ante sus palabras, al tiempo que le apretaba el hombro fraternalmente.

— Estar con Angela te ha hecho un hombre maduro, colega. Eso es innegable.

Johnny soltó una carcajada alegre, antes de asentir con la cabeza.

— Sí. Es maravillosa. Ojalá algún día tú también encuentres a alguien tan especial como ella.

“Cuidado con lo que deseas”, pensé con sarcasmo. Sin embargo, mis pensamientos se detuvieron súbitamente, al posarse mi mirada sobre la barra, donde segundos antes Úrsula había estado sola, tomándose una copa de martini. No pude evitar preguntarle a Johnny, con cierta estupefacción:

— ¿Qué hace ella aquí?


Angela
— Sé perfectamente que soy la última persona del mundo con la que te gustaría hablar en estos momentos, así como también sé que todo el sufrimiento por el que ha pasado mi familia no es suficiente motivo como para que me mires con mejores ojos, pero tienes que saber que durante esta última semana he estado reflexionando mucho. Y tú y Marty habéis sido los protagonistas de muchas de esas reflexiones — hice entonces una pausa para tomar aire y aclarar mis ideas, antes de continuar con mi discurso —. No pretendo que olvides todo lo que os hice, porque bien sé que eso es imposible. Mi actitud fue inexcusable y, sobre todo, grosera y bochornosa. Pero en aquellos momentos tenía un fuerte desequilibrio emocional, que todavía hoy estoy tratando de superar. Además, quiero que sepas que he cambiado. Ya no soy la adolescente amargada y mentalmente inestable de antaño. La muerte de mi padre y el apoyo de Johnny me han hecho madurar, y quiero creer que ahora soy una mejor persona.     

Úrsula me miraba intensamente, con abierta desconfianza. Lo cierto es que, después de todo lo que le había hecho en el pasado no podía reprocharle su actitud, pero aquella noche había ido hasta allí para que me perdonara, y sí o sí iba a conseguirlo.

— Sigo sin comprender qué es lo que buscas exactamente — terció Úrsula.

— Que me perdones — repliqué atropelladamente —. Quiero empezar una nueva vida, dejar atrás a la vieja Angela y tratar de ser feliz con la gente a la que quiero. Y para conseguir todo eso, primero necesito que me perdones.

Úrsula parecía conmovida por mis palabras. La tía de Victoria siempre había tenido fama de ser una mujer comprensiva, a pesar de su fuerte carácter, por lo que no me sorprendió demasiado lo que dijo a continuación.

— Siempre he sabido que no lo hiciste con malicia. Aunque la verdad es que tu disculpa me ha sorprendido gratamente. Jamás imaginé que la escucharía de tus labios.
           
— ¿Eso significa que me perdonas? — pregunté esperanzada.
           
— Por mí queda todo olvidado.

9 comentarios:

  1. Madre mía, Tom esta enganchadillo a Diana eh?
    Me encanta la pareja de Leonard y Victoria *-* Y cada vez estoy más sorprendida con Ángela, al igual que Úrsula tampoco se me pasó por la cabeza que ella pidiese perdón. En fin, espero que a partir de ahora todo le vaya mejor a la chica ^^
    Un beso y publica pronto el siguiente ;D
    PD: Que emoción al ser la primera en comentar xD

    ResponderEliminar
  2. Se nota que le has dado más vida a la trama de antes, la del rock. Aunque Tom está muy "agotado"... jajaja, lo cierto es que Diana no me gusta.
    Por otro lado, el caso V&L sigue adelante, jiiijijiji .
    Y por fin se han reconciliado Angela y Úrsula :) Genial, porque son mis personajes favoritos.
    ¡Un beso! :)

    ResponderEliminar
  3. Sí, la verdad es que la reconciliación de Angela y Ursula nos a pillado a todos por sorpresa. Y eso es lo bueno de las historias, las sorpresas xD No tengo tan claro que Angela se intente llevar mejor con Victoria, ella no es tan comprensiva como su tía...

    ResponderEliminar
  4. Ya estoy aquí para comentarte!
    Qué bueno lo de Tom..está destrozado tras la tanda de la noche.. jaja
    Y también me ha agradado a mí que Ángela se haya disculpado, muy maduro de su parte. Pero aah. todavía le queda disculparse con más gente.

    Publica pronto Athenea, sabes que esperaré impacientemente.
    Un beso:)

    ResponderEliminar
  5. Pobre Tom, jajaja, parece como si le hubieran dado una paliza. xD A mí tampoco me gusta demasiado Diana, no sé... me da mala espina o puede que simplemente le haya cogido tirria.

    Cuando Leo le ha dicho a Victoria: "para ti siempre tengo tiempo" he muerto. :) Me encanta esa frase. x)

    Y me alegra mucho ver que Angela está rectificando su comportamiento de antaño. Eso es de ser buena persona.

    P.D: I love Johnny. xD

    ResponderEliminar
  6. Oooish! Me ha encantado el capítulo, como siempre :)
    Pobre Tom jajaja A mí, la verdad, no me gusta demasiado Dianaa xD
    El comportamiento de Angela me ha encantado. Eso sí que es madurar ^^
    Un beso y publica pronto :) (L)

    ResponderEliminar
  7. Dios me has matado!! No me he podido reir más cuando Leo ha soltado lo de "pesao", le ha salido toda la vena andaluza!! dios... :P
    En cuanto a Diana y a Tom... puffff... es que... esa Diana no es la mía!! :P me parecen geniales, y espero que siga para delante, porqe creo que me voy a reir un ratín con ellos jijiji...
    En cuanto a Angy y Jonhy... pero que cukis que son!! Estaba esperando con ansia que Angela le pidiese perdón a Úrsula, y espero que a partir de ahora comiencen a llevarse mejor.
    En lo qe respecta a Rob... creo que a este la hace falta un polvo... o en su defecto, una tila o un tranquilizante :P

    ResponderEliminar
  8. ESE TOM!!!! vale que los tíos siempre la liamos con el sexo pero mola de todas maneras y la reconciliación entre Úrsula y Angela es encantadora de verdad.

    ResponderEliminar
  9. Ya he velto!!1 Siento el retraso en comentar, pero tenía que ponerme al día Muhajaja, Me encanta Dinana, en serio, es genial!! XDd Y no me extraña que Tom llegue tarde... es que con semejante mujer a su lado.. como para dejarla aparte XDD
    vic y Leo en su linea de amor fogoso y desenfrenado, esperemos que no acaben dándose un sustillo XDD Y lo de Ángela... ha sido muy maduro por su parte el ir a disculparse, no todo el mundo es capaz de hacerlo ^^
    Un besote enorme y esperando el siguiente, como de costumbre.

    P.D: Tengo algo en mi blooooog for yoooou!! XD
    http://invasion-z.blogspot.com/2011/08/premios-atrasados-y-actuales.html

    ResponderEliminar